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Romper el círculo de la pobreza no es tarea fácil
Círculo de la pobreza
Foto: Pixabay.com

¿Por qué quienes ganan menos pagan más? Elaine Miranda de Plata con Plática aborda cómo funciona el círculo de la pobreza en Nicaragua

     

Sé lo duro que es leer las palabras de este título. De verdad, lo sé. Es más, tengo meses de tener este post preparado y lo he estado relegando, dejando en borrador y sustituyendo con otros posts durante varios meses precisamente porque no estaba segura de cómo la gente podía tomarlo.

Pero es una realidad y mi intención no es que lo tomés como una crítica ni por el lado negativo: ¡por supuesto que no! Lo que quiero es que todos veamos dónde estamos parados y cómo ésta, por más duro que suene, sí es una realidad.

Y en un país, en el que la mayoría de personas no ajusta ni para la canasta básica, estamos hablando que quienes ganan poco son mayoría y que, por lo tanto, éstos siempre terminan pagando más.

Y para mostrarte a qué me refiero, te voy a ejemplificar algunos casos fáciles y cotidianos:

Pagan más por sus créditos

Mientras estudiaba el MBA en India decidí llevar una clase de micro-finanzas y recuerdo que una de las cosas que más trabajo me costó aprender, entender y aceptar fue que las micro-financieras –que se dedican a dar créditos a personas no bancarizadas y de menores recursos- cobraran una tasa de interés más cara que el banco.

Mi lógica me decía que si esta gente tenía menos dinero, se les debería de cobrar menos para ayudarles más, ¿no? ¡Pues no! Y eso me costó un mundo entenderlo. Resulta que para ellas, una persona así representa alguien con un riesgo mayor de que no pague y, por lo tanto, la manera que tienen de “cubrirse ante ese riesgo” es cobrando una tasa más alta. Como decía mi profesor de economía en la U, “los que pagan, pagan también por los que no pagan”. Pero ésa es otra historia.

El chiste es que entre menores sean tus ingresos, menos acceso tenés al crédito y, específicamente, menos acceso al crédito bueno. Hace unos 2 años alguien que ofrece tarjetas de crédito en un banco me decía que la tasa de interés normal, regular, que tienen todas las personas con ingresos menores a $3000 dólares en el país (es decir, la MAYOR parte de la población) anda en un 45%-50% anual.

Ahora, si tenés ingresos de, digamos, unos $10 000 dólares, podés ser el feliz poseedor de una de esas tarjetitas negras que gozan de tasas preferenciales del 18%-22%. Y lo mismo aplica con cualquier tipo de crédito que vos querrás sacar. He tenido clientes con salarios muy muy altos que sé han optado a créditos hipotecarios con tasas sumamente preferenciales que ni se imaginan.

En palabras sencillas, entre mayor sea tu salario, mejor negocio sos para la institución financiera y trata de ganarte dándote buenas tasas. Entre menor es tu salario, mayor riesgo de no pago representás y por lo tanto tratan de cubrirse cobrando una tasa de interés más alta.

Pagan más por su comida y compras del hogar

El otro día estaba sacando cuentas y en estos años dedicándome a las finanzas personales, he dado alrededor de 160-170 conferencias-charlas-talleres. Es bastante, ¿no? Con tantas personas que han pasado por mis charlas, he tenido la oportunidad de ver cómo gastan personas que ganan desde los C$4 000 córdobas mensuales, hasta los U$20 000 dólares mensuales y todas las tonalidades grises, azules, moradas y verdes en el medio.

Y en cada una de estas personas veo y pregunto cómo gastan. Uno de los rubros más grandes siempre es el relacionado a la comida y las compras del hogar y, tristemente, el más pobre es el que menos se organiza y termina pagando más precioXproducto que los demás.

Lo que he visto es bastante sencillo, en realidad. La persona que gana más y goza de un mejor flujo elige hacer compras de una vez: va una vez a la quincena (a veces hasta 1 vez al mes) al súper y elige además comprar en grande. No vamos a dar nombres de lugares, pero sé que todos saben a qué lugar me refiero donde podés comprar al por mayor y ¿sabés qué? Sí te sale más barato.

Esto ni me lo dijeron, ni me lo estoy inventando. Yo misma he hecho la tarea de ir en diversos meses a supermercados, mercados y esta tienda y pues comprar, por ejemplo, la caja de 12 litros de leche implica un ahorro de aproximadamente C$3.00 por litro, comparado con el súper. Pero lo importante es no verlo como tan solo C$3.00 córdobas, sino como la suma de C$3.00 + C$5.00 que podés hacer en diversos artículos a lo largo de un mes, de un año o varios años. ¡Sí, suma mucho dinero!

Por otro lado, ¿qué es lo que hace el que menos, menos gana? Como bien responden ellos: “compro lo del diario”. Estas personas no van ni al súper, ni al mercado, sino que compran lo que van a cocinar día a día en una pulpería. ¿Y sabés qué? ¡Adivinaste! Terminan pagando, de poquito en poquito, muchísimo más. Según me cuentan, los precios en las pulperías de los barrios son a veces hasta de un 50% adicional al del mercado.

Cuando he llegado a confrontar y explicarle a este segundo grupo de gente que así gastan más, se suelen cerrar y decirme que es la única manera que “les ajuste”, cuando de la otra manera les terminarían ajustando más cosas.

Reciben menos por sus ahorros

Si bien es cierto la mayoría de cuentas de ahorro en todos los bancos en Nicaragua dan la misma tasa de interés: 1% anual en Córdobas, 0.75% anual en dólares, sí existen algunas otras cuentas que dan tasas un poco más altas. ¿El quid del asunto? El monto de apertura, que suele ser además el monto mínimo en la cuenta, es mucho mayor.

Esto restringe a la mayoría con bajos ingresos porque simple y sencillamente:

  1. Tardarían muchísimo tiempo en lograr ahorrar ese mínimo a partir de sus salarios.
  2. No pueden darse el lujo de tener $500 dólares congelados en una cuenta de ahorro que no pueden tocar.

Lo mismo aplica para abrir Certificados de Depósito, que es otro tipo de ahorro que da una tasa de interés más alta. Y entre mayor sea el monto que tengás y el plazo en que no lo vayás a tocar, pues mejor será la tasa que podás negociar con el banco.

En el otro espectro, ¿qué hacen aquellos con ingresos menores que SÍ quieren ahorrar? (Porque siempre habrán los que se cierren y digan “no puedo”). Bueno, me he dado cuenta que hay algo que en México se le conoce como “tanda” y en Bonanza aprendí que le llaman “pana”. Este método de ahorro consiste en que varias personas –normalmente todas de una misma empresa- se junten, definan un monto mensual o quincenal para ahorrar, lo aporten y cada mes le toca a uno del grupo recibirlo.

¿El problema con esto? Con la alta inflación y la devaluación que sufre nuestra moneda día a día, lo que puede comprar el primero (al que le toca en Enero, por ejemplo) no va a ser igual a lo que puede comprar el último (el que le toca en Diciembre) porque sus córdobas ya no valen lo mismo.

En las charlas, talleres y el blog en general, siempre incentivo el ahorro en TODOS. Y es que aunque ciertamente hay un segmento de la población para la cual es imposible ahorrar, también hay otros grupos que sí podrían pero que no han logrado hacer el cambio de chip y de hábitos para conseguirlo,

Hay más, mucho más

Podría pasar horas y horas escribiendo ejemplos como los 3 anteriores, de cómo quienes ganan menos terminan pagando más. Sin entrar en detalle, te menciono algunos otros:

  • No tienen acceso a la inversión y, por tanto, sus posibilidades de hacer crecer su dinero son muy bajas. ¿Sabías que hay, por ejemplo, planes de inversión internacionales a los que podés optar a partir de los $10K?
    Compran comida más barata que muchas veces se traduce en comida chatarra, porque la comida más saludable –y no hablemos de lo orgánico- es más cara. A la larga, esta mala nutrición les termina costando más, mucho más en términos de salud.
  • Se visten con ropa de menor calidad, lo que ocasiona que deban reponerla más seguido. Cierto que varias de esas prendas podrían no equivaler siquiera a una de las muy muy caras, pero si comparamos el gasto de cada uno adecuado a su nivel de ingresos, probablemente el que gana menos, termina pagando más.
  • No compran seguros y por lo tanto cuando algo les sucede (una enfermedad, un accidente, una muerte), esto los golpea más emocional y económicamente dado que o no tienen dinero para pagarlo o simplemente recurren al crédito y pasan años pagando por ese siniestro.
  • Con menores oportunidades de educación superior o, incluso, de otros cursos como el inglés, las oportunidades laborales, de un buen empleo y de un salario más alto también disminuyen.

Aunque te parezca difícil de creer, me he topado con algunas personas que piensan que ser pobre es simple. Su premisa es que si no tenés suficiente dinero para comprar tantas cosas, pues simplemente estás forzado a comprar menos, y ya. Pero no es así cómo funciona. Cuando no tenés la plata ni los medios, no tenés acceso a hacer todas esas pequeñas cosas que podrían mejorar tus ingresos y presupuesto a largo plazo. Así es que en realidad, es muy costoso ganar poco.

Como verás, romper el círculo de la pobreza no es tarea fácil. Pareciera que todo el medio a nuestro alrededor nos empujara a seguir por el mismo camino y para aquella persona que vive con el mínimo, poder dar una bocanada de aire fresco, estudiar más, comer mejor, ahorrar y acceder a mejores créditos parece casi imposible.

*Este artículo fue publicado originalmente en el blog de la autora: Plata con Plática