Desde que tenía 13 años Sebastián Verde Castillo veía cintas de directores como Steven Spielberg, Sam Mendes, Roman Polanski o Stanley Kubrick y pensaba que, algún día, su nombre aparecería en los créditos de una película. Hace unos meses salió el cortometraje de ficción“Cada quien por su cuenta” y en los créditos decía: “Director: Sebastián Verde”.
Sebastián, como muchos, es un aficionado empedernido del arte cinematográfico. Creció mirando filmes clásicos y escuchando las historias que su padre, que también trabaja en el mundo audiovisual, le contaba.
Para este joven es muy importante que las personas eduquen a sus hijos en arte y cultura desde muy pequeños. “Yo creo que la diversificación de estudios es esencial. No solo enseñar matemáticas, español, sino de todo. Para que cada quien agarre lo que le guste y lo que le funcione mejor”, explica.
Él a los 13 años ya tenía claro qué quería ser: ¡un gran director de cine!
Al salir de la secundaria entró a Diseño y Comunicación Visual de la Universidad Americana (UAM) con una mente enfocada. Ahí, cuenta, fue donde logró adquirir mayores conocimientos y conocer personas con sus mismos intereses. “A grandes rasgos se ve como si el audiovisual en Nicaragua está muy reducido pero conocés gente que está igual de loca como vos o peor y eso es genial”, afirma.
YouTube y más
A Sebastián algunos lo conocen desde 2012 cuando fue uno de los miembros de “El Desfigure”, donde junto a unos amigos hacía sketches y parodias de la actualidad nicaragüense. Sin embargo, en este canal él solo hacía colaboraciones.
En 2016 Sebastián junto a Leandro Lanuza, Karina Blanco, María Fernanda Acevedo, Denis Pérez, Ariel Vallejo, Marcela Chamorro y Jamitzel Mendoza, fundaron “Ponete Cómodo”, un canal dedicado a hablar sobre cine. El primero de su tipo en el país, según él.
“Aquí en Nicaragua no se acostumbra a hablar de esto. Se consume muy poco cine, solo lo que te traen los cinemas y en general es muy comercial. Si uno es amante de esto busca por su cuenta, pero es difícil. Nadie hablaba del cine como una materia y eso es nuestro objetivo”, comenta Sebastián.
En el canal, además de hacer reseñas de películas, se dan consejos en “cristiano”, a como le llama Sebastián, de cómo entender mejor ese mundo. “No es que nosotros sabemos más, sino que damos lo que sabemos y que a partir de eso otra gente se anime a hablar más de lo que nos apasiona”, comenta.
Cada quien por su cuenta
A finales del año pasado al joven cineasta le indicaron que tenía que presentar un producto creativo para su culminación de estudios universitarios.
Aprovechando el canal decidió abrir “Ponete Cómodo Producciones”, una productora amateur decidida a probar que, con poco presupuesto, se puede impulsar el talento cinematográfico de los artistas jóvenes nicaragüenses. En esta participan más de 15 personas.
El primer trabajo audiovisual de la empresa fue el cortometraje “Cada quien por su cuenta”, escrito y dirigido por Sebastián. Este narra la historia de dos hermanos que por “cosas del destino” se ven obligados a separarse por más de 13 años. Él se inspiró en una experiencia similar que vivió su propia familia.
La historia se desarrolla en Granada, de donde es originario. “Queríamos demostrar que el país tiene paisajes bellísimos dignos de grabaciones cinematográficas. Que se puede producir algo genial con Nicaragua como fondo”, enfatiza.
La tesis de Sebastián tenía un objetivo: “Probar que sí se puede producir buen cine en Nicaragua con bajo presupuesto”. Para el corto invirtió aproximadamente 600 dólares, dinero que en su mayoría fue proporcionado por amigos y familiares. “En el mundo del cine 600 dólares no es mucho, casi nada. Los equipos son caros, las locaciones son caras, la comida es cara, la edición es cara. Pero no solo por eso nos tenemos que de tener. Como dicen: “En Nicaragua resolvemos”, dice riendo.
En el corto participaron 20 personas. A nadie se le pagó. “Estoy muy agradecido con todos los que me ayudaron con este proyecto, desde los que me dieron consejos a los que estuvieron ahí siempre. Porque todo fue por el amor al arte. Por probar un punto. Muchas personas nos patrocinaron y apoyaron sin esperar nada a cambio, creían en el proyecto. Eso nos da a entender que la gente quiere y cree en el talento nica. Que otros pueden producir más y mejores cosas también”, recuerda.
Leandro Lanuza, co-productor de «Cada quien por su cuenta» considera que lo «bueno del filme» es que se hizo con personas que se sabían llevar entre sí. «Había muchísimas carreras, teníamos que mandar a este, al otro, a todo el mundo. Lo genial es que todos somos amigos y Sebastián es genial en lo que hace. Todos nos complementamos», afirma.
¿Qué tan sostenible es ser cineasta en Nicaragua?
Sebastián enfatiza que todavía no pretende vivir del cine porque para él, al menos, no es rentable. Explica: “Para nosotros es difícil, porque no podemos estar produciendo lo que queremos y apostar que la inversión de dinero y tiempo nos va a dar de comer. Yo trabajo en una productora audiovisual, los otros chicos tienen también un “Plan B” y de alguna manera sacamos el tiempo para producir ideas, hacer videos para el canal, ingeniarnos proyectos futuros. La idea es vivir de eso, pero es muy difícil”.
Ponete Cómodo tiene muchos proyectos futuros. Sebastián tiene por su cuenta, el más importante, estudiar cinematografía en el exterior. Aunque él piensa que “el cine no es de cada quien por su cuenta, es colectivo y entre amigos”.