Blogs

Siempre en el mismo lugar
Nicaragua
Una mujer con una pañoleta alegórica, en una protesta ciudadana, en Managua. Archivo | Niú

"Los necios que causan disensión, que se ríen como payasos del mal ajeno, serán abordados por la justicia".

     

“Vivimos en un pueblo de payasos. Todo lo hacemos payasada” – decía el hermano Marista, don Arsenio Piú, cada vez que miraba la necedad de nosotros, chavalos de secundaria, hormonales, y carentes de toda madurez.

Fue una frase que, casi 20 años después, aún resuena en mis oídos y se ha vuelto un filtro de facto para reflexionar ante circunstancias en las que no estoy reaccionando tal como se debe.

Durante la crisis actual que encaramos como nación, ciertamente han salido a flote una población de necios, payasos, que, como el icónico personaje del Guasón, pretenden ser enfermos mentales para justificar su necedad, y tener carta blanca para desatar todas sus veleidades y más morbosas fantasías.

Son nubes sin agua, arboles otoñales, volcanes sin lava, donde sólo existe profunda oscuridad. Son fantasmas errantes, sin ningún tipo de sensibilidad ante el dolor de los más vulnerables, que ciertamente son los más afectados en este tipo de crisis nacional que vivimos.

Mi quijada se disloca y cae seis metros bajo tierra del shock, me quedo con la boca abierta, de ver la necedad de este grupo de nicaragüenses cuyo propósito es ralentizar el progreso del país y crear disensión como todo un buen Elimás Barjesús, magos y hechiceros sin razón de ser, multiplicados por cero, triángulos sin ángulo, que lo mejor que saben hacer es crear DISENSIÓN y al final se convierten en esos payasos que todo lo hacen gracia.

Carlos Herrera | Niú

No es gracia que más de 325 personas fueran asesinadas, miles fueran agredidas y secuestradas, no es gracia que casi 100 mil nicaragüenses han migrado al extranjero, esto se traduce en familias fragmentadas, no es gracia que los yunques de la reforma fiscal caigan sobre los más desfavorecidos, no es gracia que Nicaragua sea un campo de ajedrez entre dos fuerzas idealistas, no es gracia que te amputen la integridad con el filo de papel de un billete nuevo, no es gracia que medio millón de nicaragüenses hayan perdido su empleo, no es gracia que existan barreras titánicas para acceder a la educación, no es gracia que tengamos relaciones rotas con naciones potencias…

NO ES GRACIA que, en medio de este caos, un necio venga a detener la justicia y querer ralentizar el proceso democrático y restauración de las libertades públicas en Nicaragua.

Pero hay una ley que opera tal como la ley de la gravedad, y es que todo aquel necio rufián que se hermane con los tiranos, y también aquel necio que no sea ni chicha ni limonada, y que no denuncie la injusticia frente a sus ojos, y aquel necio que, si es chicha o limonada, pero que intencionalmente decida causar daño, confusión, y estorbo en los procesos de desarrollo sostenible, ¡NO ENTRARÁN A LA TIERRA PROMETIDA!

No soy yo quien tira esa premonición ominosa, está escrito en la historia. No hay recompensa para el necio…y aún peor, hay algunos necios que ni el nombre será recordado por ninguna de sus generaciones.

Tenemos que tener claro, que otra cosa que está escrita en la historia, es que al necio ni que lo muelan en un molino de trigo y lo hagan chingaste, se le quita su necedad. La necedad no tiene límites.

¡Pero lo más escalofriante, es que la JUSTICIA tampoco! Y con la justicia de nuestro lado, que es la que cabalmente sostiene los planetas, hace que suba y baje la marea, viste a los lirios, y cuenta a las estrellas por su nombre, ¡con esa NADIE se mete!

Los necios que causan disensión, que se ríen como payasos del mal ajeno, serán abordados por la justicia porque su desenfrene e ilimitada necedad, es tan similar como el ratoncillo en la rueda giratoria. No llegarán a ningún lado. Pero la ilimitada justicia, desplazará a los justos a la tierra por heredar, y los necios quedarán atrás – siempre en el mismo lugar.


Lee aquí más del autor.