En pantalla
“The Social Dilemma”, el documental del que todos hablan, repasa las opiniones de un selecto grupo de veteranos de Silicon Valley, desarrolladores del mundo virtual que ahora habitamos
Hay altas probabilidades de que usted haya llegado a esta columna a través de un enlace en Facebook. O quizás siguió el trino que yo mismo compartí en mi cuenta de Twitter. Y eso es parte del problema. El uso masivo de las redes sociales le da peso a esta denuncia sobre los efectos negativos de la dinámica comunicacional que define nuestro tiempo. “The Social Dilemma” (Jeff Orlowski, 2020) es la última sensación de Netflix, el documental del que todos están hablando ahora.
La película repasa las opiniones de un selecto grupo de veteranos de Silicon Valley, desarrolladores del mundo virtual que ahora habitamos. Nombres como Facebook, Google, Twitter e Instagram destellan en sus créditos. Casi todos se ven demasiado jóvenes para asumir cómodamente el mote de “veteranos”, pero lo son. El que tiene más tiempo en pantalla es Tristan Harris, un extrabajador experto en ética del diseño en Google. Él abandonó el mundo corporativo para fundar el Centro para la Tecnología Humanista. Según su testimonio, experimentó un momento de claridad cuando se percató que 20 ingenieros blancos encerrados en un cuarto tomaban decisiones que cambiarían la vida de billones de personas en todo el mundo, sin tomar en cuenta más consideraciones que las técnicas y monetarias.
Los expertos se presentan en un mosaico de entrevistas estilo “cabeza parlante”, con la cámara mostrándolos desde diferentes ángulos. Algunos planos frontales delatan el uso del “interrotrón” del legendario Errol Morris, que permite que el entrevistado mire directamente hacia la cámara. El efecto es inquietante, porque parece estar viendo directamente al espectador. Sin embargo, aquí su impacto se diluye en una edición indiferente.
Los testimonios son interesantes por sí mismos, sugiriendo cómo tantas mentes brillantes liberaron de la lámpara a un genio que ya no pueden controlar.
Lamentablemente, el director Jeff Orlowski tiene la terrible idea de alternar fragmentos de entrevistas con escenas ficticias que dramatizan los efectos de las redes sociales en una familia norteamericana. Las secuencias tienen el estilo de un video educativo con buena iluminación. El pobre Vincent Kartheiser (mejor conocido como Pete Campbell en la serie “Mad Men”) tiene la triple humillación de encarnar a los tres conceptos de inteligencia artificial que rigen a las redes: crecimiento, involucramiento y publicidad. Son algoritmos hechos hombres, tres “magos de Oz” que se distinguen uno del otro por el peinado y la ropa. Habitan una especie de laboratorio donde atormentan a un avatar del sufrido adolescente Ben (Skyler Gisondo). En realidad, es una celda de muchas, conectadas entre sí, formando una colmena de maldad. Cada usuario tiene su propia trinidad de I.A., minándolo para ocupar su atención —el bien que se vende al mejor postor—.
Orlowski ha cosechado premios con “Chasing Ice” (2012) y “Chasing Coral” (2017), documentales que denuncian los efectos del calentamiento global en el ecosistema. La sensatez lo persuadió de no nombrar a su última película “Chasing Likes”, pero no bastó para hacerlo descartar estos elementos que serían disculpables en un filme de estudiante. Por lo menos, la película adquiere un sentido de urgencia cuando explora cómo esta dinámica perniciosa afecta la esfera política, favoreciendo la polarización y la desinformación. Véase el caso de las actuales elecciones en EE. UU., y la batalla por el espacio virtual en Nicaragua.
El calibre de los expertos reclutados, y la locuacidad que exhiben, sugieren que Orlowski perdió una oportunidad de oro al sacrificar tiempo en dramatizaciones que coquetean con el ridículo. La película sería más interesante si hubiera logrado humanizar a los expertos, y retratar los problemas cristalizados en su propia vida. Tim Kendall, veterano de Facebook y Pinterest, confiesa que en su hogar no permiten que sus hijos usen redes sociales. ¿Qué pensarán ellos?
Harris tiene el corazón en el lugar correcto, pero verlo asistir a una conferencia donde coincide con algunos de sus colegas hace que “Una Verdad Inconveniente” (Davis Guggenheim, 2006) —quizás el primer documental inspirado por una presentación de PowerPoint— se vea como película de Hitchcock. Dicho esto, vería una película completa sobre Jaron Lanier, científico computacional considerado un visionario de la realidad virtual, con la apariencia de ser el más sabio de todos los Muppets. Sus breves apariciones, y las ideas que en general se plantean, le dan razón de ser a un documental de contenido interesante y forma lamentable.
“El Dilema Social”
(The Social Dilemma)
Dirección: Jeff Orlowski
Duración: 1 hora, 34 minutos
Clasificación: ⭐⭐ (Regular, recomendado con ciertas reservas)
*Disponible en Netflix