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Tratado de las hienas

Las hienas son animales carroñeros y depredadores oportunistas. Usualmente se mueven de noche acechando por largo tiempo a sus presas o esperando la oportunidad de robarle presas a los depredadores especializados. Cuando se deciden a cazar, lo hacen en “pandilla” contra presas alejadas de sus rebaños, crías o jóvenes, animales enfermos o lesionados, con nula capacidad de huir o defenderse. Muy rara vez alguna hiena se decide atacar o incursionar individualmente; lo suyo es el tropel, el ataque y huida rápida.

Comportamiento gregario. Las hienas se organizan en clanes territoriales , defendiendo sus áreas de acción contra clanes intrusos u otros enemigos. El centro de la actividad del clan es el foso, donde se crían los cachorros y se encuentran los individuos, en la parte central del territorio. Desde allí desarrollan su logística para el ataque carroñero. Las hienas marcan y patrullan sus territorios mediante el depósito de una sustancia de fuerte olor producida por sus glándulas anales que van impregnando por donde pasan.

Sistema de comunicación. Dentro del clan, las hienas se comunican entre sí a través de llamadas específicas, posturas y señales, y rápidamente sus diversas intenciones son conocidas por otros miembros del clan, o los extraños. Cuando la cola de una hiena se queda recta, por ejemplo, es señal de ataque. Cuando está hacia arriba y adelante sobre la espalda, la hiena está extremadamente excitada. Por el contrario, si cuelga hacia abajo cuando la hiena está de pie o caminando,  significa calma. Si se asusta, la hiena mete la cola entre las piernas, contra el vientre y por lo general toma distancia.

Las hienas hacen una variedad de vocalizaciones, incluyendo llamadas, lamentos, gritos y los famosos aullidos o risas cuando actúan en “pandillas” depredadoras (manada).

Liderazgo. Una característica importantes es que el clan de las hienas suele ser liderada por una matriarca, una poderosa hiena que participa muy poco en la caza. A diferencia de otros carnívoros, suelen ser los machos quienes realizan la mayor parte en la cacería.

Es famosa la capacidad digestiva de las hienas; devoran casi todo, por lo que queda poca evidencia de lo que mataron o devoraron, incluso ante un investigador tenaz y objetivo. Su voracidad, sin embargo, a veces las traiciona, al sucumbir por infecciones y complicaciones de todo lo que se han atorado.