En pantalla

Un clásico para nuestro tiempo: Gerwig y su brillante “Mujercitas”
Little Women”, la clásica novela juvenil de Louisa May Alcott, vuelve a las pantallas de cine.

Cuando Greta Gerwig anunció la nueva adaptación de "Mujercitas", debo admitir que me decepcioné, dice nuestro crítico de cine.

Después de su brillante debut con “Lady Bird”, Greta Gerwig anunció que su siguiente incursión detrás de las cámaras sería una nueva adaptación de “Little Women”, la clásica novela juvenil de Louisa May Alcott. Debo admitir que la noticia me decepcionó.

IMDB registra al menos 18 adaptaciones para cine y televisión. Desde el clásico de George Cukor (1933), con Katherine Hepburn en uno de sus primeros papeles, hasta memoria la versión de la directora australiana Gillian Armstrong (1994), con Winona Ryder en el pináculo de su fama juvenil, pasando por numerosas miniseries e incluso, un animé japonés (1981). ¿Necesitamos otra versión de “Mujercitas”? Cualquier temor de redundancia se disipó con las primeras escenas. Nunca volveré a dudar de Gerwig.

Durante la Guerra Civil de EE. UU., las mujeres de la familia March de Concord, Massachusetts, luchan por sobrevivir. Jo (Saorsie Ronan), la más vivaz de cuatro hermanas, tiene ambiciones literarias y poca paciencia para las demandas de la sociedad. Meg (Emma Watson), la mayor, asume el camino que la costumbre traza para ella; Amy (Florence Pugh), la hermana de en medio, vive hambrienta de atención; Beth, la menor, posee una sensibilidad especial y una salud frágil. La madre, Marmee (Laura Dern), comanda el hogar con mano firme en guante de seda, mientras el padre ausente se juega la vida en el frente de guerra como pastor de una tropa.

Cada adaptación de un texto del pasado es un documento de varios tiempos. Ofrece una versión del momento en que discurre la narrativa, pero también se informa del momento en que se crea la versión. Los artistas que acometen esta tarea se encuentran con un terreno fraguado de peligros: actualiza demasiado, y pasa por anacrónico. Quedarse a medio camino supone una capitulación. El problema es mayor en un proyecto como “Mujercitas”. Tiene tantas versiones previas que sobran modelos para comparar. Su materia prima dramática es la vida interna de mujeres jóvenes, enfrentándose a los límites impuestos por la sociedad. El tema es potencialmente volátil en la era del #MeToo, y ante la toma de consciencia sobre la marginación de las mujeres en la industria del cine.

Gerwig se sobrepone a desafíos tratando el texto con sensibilidad moderna. No es casualidad que el título de la película se presente con el libro físico que la misma Jo escribirá, y no con un artificioso gráfico. Más que presentar un pasado idealizado y anquilosado, su película vibra con inmediatez. Ella misma escribió el guion, y toma la decisión estratégica de alterar la secuencia lineal de los acontecimientos, alternando episodios de la infancia y la juventud. De esta manera, juega con ecos y contrastes que incrementan el impacto emocional de los eventos. El paso del tiempo se convierte en subtexto de la película, la manera que los sueños infantiles se materializan —o no— se hace evidente. Lo efímero de la vida hace más apremiante la liberación personal.

Predominan las escenas en exteriores, manifestando la preocupación de la directora por mostrar como las hermanas ocupan, literalmente, sus lugares en el mundo natural. Véase la conversación de despedida entre Jo y Beth. Tradicionalmente, la escena se ejecuta en el lecho de una enferma. Gerwig las muestra aún en convalecencia, postradas en la arena de una playa invernal. La espectacular fotografía de Yorik Le Saux codifica los tiempos de tal manera que es fácil seguir el flujo de la acción: el “pasado” tiene tonos cálidos y terrenales, en el “futuro” predominan tonos azulados y fríos. La mesura de las emociones se contrapone a las expresivas composiciones musicales de Alexandre Desplat.

La efectividad de la propuesta narrativa y estética se potencia con las sólidas actuaciones de todo el reparto. Es una película tan bien actuada, que Meryl Streep funciona como una distracción menor. Ronan, repitiendo con Gerwig después de la brillante “Lady Bird”, ofrece a una Jo más impaciente y exasperada de lo usual. Gerwig administra la atención de su narrativa, y destaca el carácter coral de trama. Cada personaje tiene su momento, pero Florence Pugh se roba la película. El predicamento de Amy, conectado con la imperiosa necesidad de asumir “un matrimonio ventajoso”, suele plantearse a la visión de avanzada de Jo, quien aspira a una vida independiente. Aquí, se desactiva cualquier contención entre las hermanas. Amy no es una abanderada de la subyugación femenina, sino una realista. Olvídese del diminutivo. “Mujercitas” es una película superlativa.

Mujercitas
(Little Women)
Dirección: Greta Gerwig
Duración: 2 horas, 15 minutos
Clasificación: * * * * (Muy Buena)