Estilo
Foto ensayo
Paisajes, situaciones cotidianas y detalles casi imperceptibles, atraen a la fotógrafa Luisemilia Siu
Por más de dos años, Luisemilia Siu participó en el proyecto de educación comunitaria, Aprendo, en la localidad rural de Santa Julia, en El Crucero. Ahí encontró a este niño que llegaba a las clases acompañado siempre de su chocoyo. Pese a que en algún momento el pájaro se convirtió en un actor rutinario del lugar, lo que más le gustó a esta fotógrafa fue este instante que logró capturar con su cámara. La foto, que hoy comparte con Niú, le recordó a “El chocoyito chimbarón», aquel programa de televisión infantil de los años 80.
A Luisemilia Siu le gusta observar los detalles, los tonos y las impresiones detrás de cada imagen que pasa frente a sus ojos. Primero la analiza y después da el clic, aunque hay momentos en que le toca reaccionar más rápido. Sus fotos comprenden una amplia variedad de formas y tendencias. Ella misma nombra su estilo como fotografía documental.
Luisemilia, diseñadora gráfica de profesión, empezó a interesarse en la fotografía desde la adolescencia. Primero experimentó con una cámara prestada pero al poco tiempo decidió que debía tener una propia. Después de saltar entre varios proyectos temáticos, ha logrado consolidar uno solo: retratar lo que ve en su día a día, sus viajes por Centroamérica o simplemente congelar los detalles que para muchos pasan desapercibidos.
Estas son algunas de las fotografías de esta artista:
1. El contraste
En un viaje a Guatemala, hace dos años, Luisemilia se encontró con una imagen que la impactó. En Ciudad Antigua, uno de los centros coloniales más importantes de América, se tropezó con unos colores, textura e iluminación que le atrajeron. Más aún, le parecieron muy peculiares: el contraste entre una pared pálida y el traje de la mujer con matices vibrantes, propios de los tejidos indígenas. El sitio, Santiago de los Caballeros de Guatemala, nombre original de Antigua, fue designado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1979. Allí como en la foto, convergen la arquitectura colonial y la cultura ancestral de los pueblos de la zona.
2. Se enciende el cielo en Playa Hermosa
En una de sus tantas visitas al mar con su familia y amigos, Luisemilia encontró este atardecer en Playa Hermosa, una playa ubicada en la costa de Rivas, a 141 kilómetros de Managua. El sol, su reflejo en el agua y el contraste entre el azul profundo y el amarillo le llamaron la atención. Últimamente, dice la fotógrafa, está muy interesada en captar los paisajes que descubre. Como este.
3. Arriba del Tisey
En el cerro Tisey, una reserva natural ubicada en el Norte del país, repartida entre los municipios de San Nicolás, Estelí y El Sauce, Luisemilia halló este atardecer. La luz, a punto de desaparecer por el día, daba sus últimos destellos. A 1,550 metros de altura solo quedaba disfrutar de la vista e intentar regresar pronto, antes que la total oscuridad los alcanzara en el bosque.
4. Asustadas
El mar es fuente inagotable de historias, más aún de historias gráficas. En un viaje a La Boquita, en Carazo, la fotógrafa dio con una bandada de gaviotas en la costa. Le dijo a sus primos que corrieran hacia ellas y el cruce provocó que los pájaros se espantaran. El momento lo capturó en este sitio, uno de los más concurridos en el verano, ubicado a 70 kilómetros de Managua.
5. El musgo en la piedra
Un detalle inocuo, casi imperceptible fue lo que captó su mirada. En el Tisey, dentro del bosque tropical de montaña, las piedras están recubiertas de musgo. Cada hilacha tiene su propio grosor y altura y algunas hasta crean formas, si miran con imaginación. La reserva Tisey-La Estanzuela posee una extensión de 9,344 hectáreas de territorio y alberga una gran diversidad de flora y fauna. Solo hay que detenerse a observar.
6. A blanco y negro
Un caballo en El Crucero. Un caballo con el pelo oscuro en los ondulados pastizales de la zona. A su pelo le pega el viento. Mira fijamente a la cámara y a Luisemilia le pareció un animal noble. “Siempre que recuerdo El Crucero, me acuerdo de él”, relató.
El Crucero, ubicado en las Sierras de Managua, es un municipio de tradición cafetalera que se distingue por el clima fresco y ventoso, que contrasta con la calurosa capital.
7. Infancia
Cuenta Luisemilia que desde niña le gustó el juego de chibolas. Le llamaban la atención las rutinas y los colores de estas pequeñas esferas de vidrio, arcilla y cerámica, originarias del antiguo Egipto. En Santa Julia, donde participaba como voluntaria en un proyecto de educación comunitaria, se encontró a un niño llamado Luis que las ordenaba afanosamente en un círculo.
8. El misterio
Hay algo en la laguna de Apoyo que es misterioso y fascinante. A Luisemilia le gusta ir a este lugar, cuyas tranquilas aguas permiten desconectarse del ajetreo de la ciudad. Ubicado entre los departamentos de Masaya y Granada, este sitio es como un paraje místico, donde pareciera que al atardecer sale alguna deidad. En esta foto, el agua y el arbusto oscuro en primer plano, muestran una textura cuasi psicodélica.
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