Estilo

Fotoensayo

Un mercado de historias

Te contamos las historias de tres vendedoras de distintos mercados de León. Después de leer sobre ellas, la pensarás dos veces antes de pedir rebaja

     

Yadira Ruiz tiene decenas de limones mágicos.

Son los limones que por la madrugada arranca de los palos que crecen en su finca y que luego vende en el mercado La Terminal, en León. Son mágicos, dice, porque al final del día se transforman en arroz y frijoles para su familia.

En su casa, Yadira no es la única mujer que se levanta a la una de la mañana para cortar frutas y llevarlas al mercado. Limón a limón va llenando un canasto. De canasto en canasto repleta un saco que monta en la camioneta que la traslada a una calle de La Terminal. Yadira no tiene tramo, por eso debe despertarse temprano. Si se duerme se queda sin lugar… Y sin venta. Mientras más al alba llegue, mejor le va.

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Xochilt Martínez| A 3 por 20

Xochilt Martínez la retrató a ella y a su familia en noviembre de 2014. Esta fotógrafa y diseñadora gráfica incluyó su historia en el libro “A 3 por 20”, un fotorreportaje que cuenta las peripecias de vendedoras de distintos mercados de León. Tres historias. Veinte fotografías de cada una.

“Siempre me ha gustado la fotografía que comunica algo, que hace ver un problema que la gente no sabe que existía”, cuenta Xochilt a Niú.

La idea que nació como un requisito académico se convirtió en una enseñanza para ella. «La gente siempre les estaba pidiendo rebaja. Vos vas a un súper y no pedís rebaja. También tratan mal a las vendedoras y las menosprecian, ‘sos como mercadera’, dicen despectivamente. Hay un estereotipo de que todas las mujeres en el mercado son vulgares y yo quería probar que no era así”, asegura.

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Xochilt Martínez| A 3 por 20

La finca se llama Santa Elena y queda en la comunidad La Rota, en León. Ahí Zayda, junto a sus hermanos Yadira y Rolando, continúa con la tradición familiar. Desde hace más de 53 años se dedican a vender lo que producen en su tierra. «Por eso cuando compro en el mercado no pido rebaja, porque sé lo que cuesta», subraya Zayda.

En el mercado tienen días buenos y días malos. Cuando toca ir a vender no desayunan. Comen hasta que terminan. «No me siento hasta que no queda ni un limón», resalta Yadira. En Santa Elena viven al menos 15 personas. Cosechan naranjas, marañones, jocotes y limones.

Cuando llegan al mercado por la madrugada, aparecen aquellos que se dedican a comprarles para revender. Los Ruiz no tienen una ganancia promedio y a veces le restan hasta 50 córdobas a su producto para poder deshacerse de él.

“Yo quería que la gente viera eso, que los limones no aparecían de la nada, que había una historia detrás, un esfuerzo para que vos pudieras comprarlos en el mercado”, cuenta Xochilt.

El día que llegó a fotografiarlos compartieron su comida con ella. «Gracias a Dios sacamos para los frijolitos», dijo Yadira al vender el último limón del día.

Se van hasta que ya no queda nada en el canasto.

«Huele a esperanza»

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Xochilt Martínez| A 3 por 20

En «El Mercadito» de León, Petrona Manzanares vende mariscos. Lo ha hecho durante la mitad de su vida. Desde su casa en Poneloya, viaja con los productos que ofrece en este mercado. Su nuera le ayuda. En tinas cubiertas con telas traen los pescados enfundados en papel periódico.

En su tramo hay un racimo de cangrejos y camarones en las rocas… de hielo.

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Xochilt Martínez| A 3 por 20

No es raro que los clientes duden del peso de los mariscos. «¿Segura que así es? A ver, mejor lo voy a pesar yo», le repetían. Antes de empezar el fotorreportaje Xochilt realizó una encuesta online y física en la que consultó a más de 100 personas, entre los 17 y 60 años, sobre el trabajo de los comerciantes en los mercados leoneses.

En la encuesta preguntó sobre los precios que se barajan en estos establecimientos y más del 80 por ciento de la muestra respondió que los consideraba justos y favorables. Sin embargo, el 60 por ciento admitió pedirles rebajas a los vendedores.

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Xochilt Martínez| A 3 por 20

«El trabajo es como el olor, no es agradable, pero ideay, tenés que comer. Aquí descansamos hasta que se quita el olor a pescado. Para unos es terrible, pero a mí me huele a esperanza», asegura Petrona.

«La Gloria»

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Xochilt Martínez| A 3 por 20

Gloria Bárcenas llegó al mercado cuando tenía cinco años. A los seis su mamá ya la dejaba sola cuidando su tramo de pan. Lo que a ella le enseñaron se lo enseñó a su hija, Reina García. Reina aterrizó en los mercados también a los seis.

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Xochilt Martínez| A 3 por 20

Al principio, Gloria ofrecía pan. Después de la guerra de los ochenta empezó a hacer dulces. En esta familia, la jornada empieza desde temprano. Todos ayudan. Con mano en pana lavan los icacos que luego se convierten en cajetas.

Una vez limpios, les quitan la cáscara y los ponen a cocer con miel. Gloria, por asuntos de salud, ya no puede «foguearse», por eso cuando Xochilt los conoció el trabajo pesado lo asumía su esposo. Una vez publicado el libro, la fotógrafa se enteró que él había muerto de cáncer.

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Xochilt Martínez| A 3 por 20

«¿Yo te voy a pagar 20 pesos? Estás loca», reclama esta señora a las vendedoras.

«La gente dice que son caros, pero desconocen el trabajo que se hace», lamenta Reina.

En la encuesta que Xochilt Martínez circuló previo al fotoensayo, descubiró que más de la mitad de los consultados reconoció que prefería comprar en el supermercado que en los lugares populares. “Allí no tienen ningún problema en pagar un precio más elevado por un producto”, lamenta Xochilt.

En su investigación, esta fotógrafa también encontró que más del ochenta por ciento de los encuestados consideraban que las «vendedoras de los mercados son importantes porque forman parte de la economía del país y porque nos abastecen de productos». Saben, resalta la encuesta, «que estas mujeres son el motor económico del país, sin embargo insisten en desvalorizar su trabajo», en pedirles rebajas.

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Xochilt Martínez| A 3 por 20

Una publicación del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD, reveló que entre 2009 y 2012 la tasa de participación laboral de mujeres mayores de 13 años aumentó de un 48 a un 62 por ciento en Nicaragua. Mientras, la de los hombres subió solo cinco puntos porcentuales.

El 73 por ciento de las mujeres nicaragüenses, señaló el PNUD, trabajaba en el sector informal. Por ocupación, la mayor parte eran «trabajadores de servicios y vendedoras».

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Xochilt Martínez| A 3 por 20

Cuando Xochilt conoció a doña Gloria, a esta vendedora se le olvidaban ciertas cosas. A veces se le caía el dinero o daba más vuelto del debido. Doña Gloria le contó que le gustaban las raspaditas.

De las personas que retrató aprendió dos cosas: son personas amables, humildes y sobre todo generosas. «Se matan trabajando y nosotros solo llegamos al mercado a pedirles rebaja”, afirma.

Esta fotógrafa se ha reencontrado con los personajes que congeló en imágenes. Vio a doña Gloria pero la vendedora no la reconoció. El día que la retrató, hace dos años, ella le dijo: «los mercados son el corazón de nuestro pueblo». Y luego soltó un «aquí tengo de todo, regresá cuando querrás mi amor»…


Xochilt Martínez es fotógrafa y diseñadora gráfica. Su libro «A 3 por 20» le mereció un reconocimiento por «Emprendimiento Social». También ha sido ganadora de distintos concursos de fotografía, entre ellos «Por Ser Niña», realizado por Plan Internacional Nicaragua. Para ver más sobre ella dale clic aquí

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