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Trabajadores y familiares de los pacientes protestaron airadamente para impedir el ingreso de la ambulancia que trasladaba a boliviana con coronavirus
Una mujer boliviana con coronavirus covid-19 peregrinó por al menos siete hospitales o centros de salud en la ciudad oriental de Santa Cruz, el pasado once de marzo, sin poder internarse para ser atendida, debido a la oposición del personal sanitario, familiares de enfermos y vecinos temerosos de contagiarse.
La mujer, de 64 años, estaba ingresada en el hospital de la localidad cruceña de San Carlos, donde hubo protestas callejeras de algunos pobladores que exigían que fuera trasladada a Santa Cruz.
Inicialmente se preveía llevar a la mujer boliviana con coronavirus al hospital San Juan de Dios, en la capital regional, donde se contaba con un ambiente para atenderla, pero los trabajadores y familiares de los pacientes protestaron airadamente para impedir su ingreso.
La paciente fue llevada a otros tres hospitales donde el panorama fue el mismo, lo que fue criticado por el secretario de Salud de la Gobernación de Santa Cruz, Oscar Urenda.
«Hemos tenido oposición del sector salud y de los vecinos que de manera totalmente inhumana e irresponsable están impidiendo que atendamos a la gente«, lamentó Urenda en una rueda de prensa.
La mujer se encuentra actualmente «a buen recaudo» y «protegida en un predio de la gobernación con las condiciones de atención suficientes, con médicos, enfermeras y aislada como corresponde», explicó el funcionario.
Rechazo de boliviana con coronavirus: «Una vergüenza»
Urenda sostuvo que es «una cosa muy seria» y «una vergüenza» que se tenga un caso de COVID-19 en Bolivia y «no tengamos dónde atender a un enfermo porque el sistema se opone».
«Quiero preguntar al sistema de salud y a los vecinos, cuando se enferme un familiar de ellos, ¿dónde lo vamos a atender?«, cuestionó.
El funcionario aseguró que se atenderán todos los requerimientos del personal sanitario para garantizar su seguridad.
Según Urenda, es un caso de «seguridad nacional», por lo que se tomarán todas las medidas «para salvarle la vida a la gente» y garantizar su atención médica.
La Fiscalía boliviana abrió una investigación de oficio al personal sanitario de siete centros de salud en la región oriental de Santa Cruz que se negaron a atender a la mujer.
Esta investigación se enmarcará en dos ámbitos, uno dirigido a los médicos, enfermeras y trabajadores sanitarios de Santa Cruz y un segundo «contra particulares que colocaron cadenas a los hospitales para evitar que la ambulancia ingrese a los diferentes nosocomios», sostuvo la fiscal departamental de Santa Cruz, Mirna Arancibia, citada en un comunicado del Ministerio Público.
Bolivia registra diez casos de coronavirus
El otro caso de covid-19 confirmado hasta el miércoles, en Bolivia, era otra mujer de 60 años de la región andina de Oruro.
Tras haber estado en Italia, uno de los países con más casos de la enfermedad, ambas mujeres volvieron a Bolivia sin síntomas de covid 19, aunque luego aparecieron.
El Gobierno transitorio boliviano decretó en esta jornada la «emergencia nacional» para facilitar el uso de recursos estatales en acciones contra el coronavirus.
La confirmación de los dos primeros casos desató pánico en ciudades como La Paz, Oruro y Santa Cruz, entre otras, donde la gente se volcó a los mercados y farmacias para comprar mascarillas y alcohol en gel. Hasta este viernes los casos positivos habían aumentado a diez, siete de ellos en la Oruro, donde el Gobierno de la ciudad decretó cuarentena por 14 días sin consultar con el Gobierno nacional.
«Esta determinación ha generado una enorme confusión, pánico y desesperanza en las personas de la ciudad de Oruro. Esta decisión también ha generado una especulación de precios sobre todos los productos en los mercados», lamentó el ministro interino.
Según Cruz, si bien los gobiernos regional y municipal son autónomos, «requieren apoyo y la orientación que corresponde, porque una acción genera una reacción», como la que se vio en esta jornada en Oruro, donde los mercados se llenaron de gente preocupada por abastecerse antes de que entre en vigor la cuarentena.