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Hablemos cetáceo
Avistamiento de ballenas en Nicaragua

Por aguas nicas pasan seis tipos de ballenas y cuatro especies de delfines, verlas es un privilegio y un asunto de suerte. Si alguien te asegura que habrá ballenas tal día y a tal hora, te está mintiendo

     

Hace unos seis años muy pocas personas sabían que en Nicaragua se podía ver ballenas, hoy el tema es más popular, hay varias tour operadoras y una fundación, que ofrecen el paquete de avistamiento de cetáceos.

Normalmente el afiche o el post en las redes va acompañado de una hermosa foto de una ballena jorobada, y uno se hace la idea que cuando salgás en el tour vas a poder tomar una foto como esa, o al menos ver algo así… Pero no.

Verlas obviamente es un privilegio y un asunto de suerte. Si alguien te asegura que habrá ballenas tal día y a tal hora, te está mintiendo pues hasta la fecha no existe un sistema de monitoreo cetáceo en el país. Lo único que se maneja es que las podemos ver ocho de los 12 meses del año, desde mediados de julio a mediados de noviembre, y de mediados de diciembre hasta abril.

Los pescadores de San Juan del Sur cuentan que en varias ocasiones las han visto acercarse a la bahía, pero eso es como la lotería, un tema de probabilidad. Puede que las mirés saltar divinamente y puede que lo único que mirés sea una tortuguita en altamar (como me ocurrió a mí).

La seguridad es primero                                                               

Los campeones y pioneros en ofrecer el servicio de avistamiento de cetáceos son los pescadores de la Cooperativa Arrecife, en San Juan del Sur, quienes han sido capacitados por especialistas nacionales y extranjeros en este tema. Traigo esto a colación por un tema de seguridad que les voy a explicar.

Las ballenas no son precisamente agresivas o peligrosas por “malas”, pero como son enoooormes, es muy fácil que volteen una pequeña embarcación, sobre todo si el capitán del bote no conoce las medidas de seguridad. El primer gran error que puede cometer una lancha es querer acercarse mucho por amor a una foto, o la ilusión de alguien de “tocarlas”.

No señores, la distancia mínima entre uno de estos animalitos y el bote debe ser de 300 metros, y bajo ninguna circunstancia se debe apagar el motor, es necesario estar “en sus marcas, listos…” por si las moscas. Y si se observa una cría, que como todo cachorro es juguetón, es mejor conservar la distancia, no vaya a ser y la mami se nos acerque y sin querer tire un aletazo.

Qué podemos ver

En Nicaragua las ballenas más vistas son las jorobadas, pero según los biólogos y especialistas en el tema por aquí también pasan: la ballena fin o de aleta, azul, sei, minke y tropical, para un total de seis diferentes especies. Además de cachalotes (cetáceo de cabeza redonda) y cuatro especies de delfines (moteados, tornillón, nariz de botella y orcas).

¿Orca un delfín? Sí, yo también me sorprendí cuando lo supe años atrás. Para diferenciar una ballena de un delfín hay que ver dentro de su boca, las ballenas tienen una especie de enorme cepillo que le permite tragar y filtrar el agua, eso se llama “barbas”. Los delfines en cambio tienen dientes y mualá, las orcas son delfines.

Fascinantes

Las ballenas tienen un sistema matriarcal, generalmente las manadas están formadas por hembras, crías y machos jóvenes. Los adultos caminan solos y se juntan con las hembras en aguas cálidas como las nicas, solo para aparearse.

El acto sexual es frente a frente como los humanos, pero antes de esto hay un proceso de “aparea-enamoramiento” que puede durar horas, días y hasta semanas; se cantan canciones, se dan saltos para presumir fuerza y cuando por fin “coronan” es un rapidín de segundos. Cosas de la naturaleza.

La hembra solo tiene dos pezones, y la leche materna tiene un 70% de grasa lo que permite que la cría gane peso rápidamente. ¿Increíble verdad? Bueno, acá les dejo otros datos curiosos por especies, si deciden realizar un tour y tienen la suerte de verlas, recuerden que lo leyeron en Niú.

Ballena jorobada o yubarta: las hembras miden 15 metros de largo, los machos 12. Son capaces de componer canciones que duran hasta 50 minutos, cantos mágicos del océano. Cumplen su madurez sexual a los seis o siete años años, y cuando la cría nace la alimentan con leche materna (200 litritos por día, nada más). Se sabe que buscan aguas cálidas como las nicas, para venir a aparearse.

Ballena azul: es la más grande del mundo, puede medir hasta 34 metros de largo, su corazón es más o menos del tamaño de un carro. Hace unos años murió una en playas nicas, pero es rarísimo verlas.

Cachalote: Si el nombre no les suena, piensen en Mobi Dick porque en esta especie fue que se inspiró la novela. Miden unos 17 metros, tienen la cabeza redondeada, pueden pasar hasta dos horas sin respirar y bajar hasta dos mil metros de profundidad. Se alimentan principalmente de calamares.

Delfines: Los moteados son los que más verán en San Juan del Sur, andan en manadas y miden entre 80 centímetros y un metro. Cuando sienten la vibración del motor en el agua, siguen la embarcación por instinto y curiosidad. También están los nariz de botella, esos miden hasta cuatro metros son los mal llamados flippers.


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