Blogs

Las siete plagas de Egipto en mi casa

Mi obsesión desde que me convertí en mamá ha sido mantener a Joaquín libre de enfermedades, pero debo dejarlo vivir. Se tiene que enfermar, es normal

-“Se va a enfermar, es normal. Tiene que enfermarse, así agarra defensas”, me dijo la psicóloga.

-“Pero tengo miedo que se muera”, le dije yo.

-“También se va a morir, todos nos vamos a morir”, me respondió.

Mi obsesión desde que me convertí en mamá ha sido mantener a Joaquín libre de enfermedades. Cada vez que él se enferma yo me imagino su funeral y de paso el mío porque me suicidaría si algo le pasa. Cada mes que Joaquín se libra de una diarrea, una gripe o dengue – en este país tropical donde abundan las plagas – yo celebro como si fuera su cumpleaños. #MeSientoDichosa porque logré proteger a mi hijo un mes más del maldito zancudo tigre, pero este mes la profecía se cumplió. No tenemos ni cuatro semanas de haber empezado primer nivel y ya estamos enfermos. Me incluyo en la ecuación porque todas las pestes que Joaquín agarra me las contagia.

Ya me lo habían cantado el pediatra, mi hermana, mis amigas. “Vas a ver cuando entre a clases”. El kinder es una incubadora de microbios, virus y bacterias. Es la muerte para una mamá que desinfecta hasta los rompecabezas. ¿Pero que podía esperar si lo han encontrado comiendo arena varias veces? Primero rinofaringitis, luego zika y ahora diarrea y tos. ¡Que combo más bello¡ ¿Desea agregarle calentura a su orden? ¡Por supuesto! ¡Una porción de 39.7 grados nos caería de maravilla!

Le meto vitaminas a Joaquín hasta por los ojos, pero los bichos insisten en entrar a su cuerpo sin importar todo lo que la mamá le de para protegerlo.

Las enfermedades me frickean, siempre lo han hecho. De una calentura me imagino dengue hemorrágico, de una diarrea me imagino cólera, de una tos, neumonía. Mi cabeza y mis pensamientos viven en la época medieval, cuando la gente se moría de peste bubónica.

Si pudiera lo encerraría en una burbuja y lo aislaría en el Polo Norte, en una unidad estéril y libre de bacterias, Pero no puedo hacerlo, tiene que enfermarse.

Es normal
Es normal
Es normal
Es normal

Esto me lo repito como un mantra. De diarrea no se va a morir, ¿o sí? Muchos niños mueren de diarrea. Bueno sí, eso pasa, pero no lo voy a permitir. Tengo sentido común, soy sensata. Lo voy a llevar al doctor.

Mi mente divaga, me imagino lo peor. Me pregunto si seré la única mamá del mundo que vive con miedo a que su hijo muera. Son traumas pasados, son cosas con las que YO cargo. No se las puedo transmitir a mi hijo, no debo hacerlo, este morral es mío, no suyo. Se va a enfermar, le voy a dar su medicina y se va a curar.

Es normal, no pasa nada, me sigo diciendo. Tengo que alejar estos pensamientos de mi cabeza, nada bueno me traen. Pienso en la ley de la atracción y me pregunto: ¿seré yo la que invoca este éxodo con mi miedo a las enfermedades?

Una tos es solo una tos hasta que el doctor diga lo contrario. Si lo mandan a nebulizarce se hace y punto. No es la primera vez que pasamos por esto ni será la última. Tengo que calmar mi mente oṃ maṇi padme hūṃ. Tengo que canalizar estos pensamientos en algo positivo. Tengo que dejarlo vivir. No puedo protegerlo de las bacterias y lo virus y no puedo encerrarlo en una burbuja. Tampoco puedo sacarlo del colegio, no es justo, no es sano. Tiene que ir al colegio, tiene que enfermarse, tiene que caerse, rasparse la rodilla y levantarse y yo tengo que aprender a controlarme. Si mamá está bien, Joaquín está bien.

Texto de Mariana Rivas. Madre Psicópata.


Consulte el blog de las autoras.