Cultura
Una exposición de dos artistas nicas busca cuestionar la manera en que la figura del hombre es creada y vista por la sociedad
Con ironía, superhéroes, y villanos, dos artistas nicaragüenses buscan reflejar en el arte las cosas que hacemos y la forma en que vemos el mundo desde la masculinidad. Federico Alvarado y Ricardo Huezo, con su trabajo Viriles pretenden cuestionar la manera en que la figura del hombre es creada y vista por la sociedad y sobre todo, cómo esta percepción de la realidad se traslada a la práctica política: donde se espera o se busca un caudillo, es decir, un hombre fuerte que lidere los cambios de la revolución o el país. De ahí surge el nombre de la exposición dirigida por María Félix Morales, curadora de la muestra y coordinadora del proyecto Adrede, de EspIRA.
Muchas cosas pasan dentro de la galería. La inspiración de esta muestra de arte, surgió del libro titulado “Imágenes Políticas”, que María Félix encontró en las oficinas de EspIRA (La Espora Espacio para la Investigación y Reflexión Artística).
Esta exhibición es una forma de analizar el poder, a través de dos artistas con pasados similares. Además de ser hijos de padres salvadoreños, ellos relacionan estos temas de masculinidad en sus obras y a veces de manera inconsciente.
“Para mí fue importante ver cómo estos temas (el poder y la masculinidad), a partir de sus intereses personales, vienen hablando sobre la guerra, la formación de maras en el contexto centroamericano…cómo todo está atravesado por una clara visión de masculinidad”, comparte María Félix.
Ella habla con intensidad sobre este tema. “Todos estos espacios están regidos por hombres, ¿no? Desde la idea del poder y la hegemonía masculina. Eso es de la construcción de la idea del hombre como héroe, en el caso de Nicaragua, como el tema de los monumentos, la figura de Sandino y toda la idea del ‘padre de la patria’”.
Al inspirarse Federico, por ejemplo, no dibuja mujeres. En el trabajo de estos artistas se muestra cómo el género masculino domina las áreas de formación personal y no existe un solo patrón de ser hombre.
Ricardo, por su parte, tiene obras melancólicas que hablan por medio de seres de videojuegos o robots como villanos. También usa tipografía de libros (Harry Potter por ejemplo) para contar la historia de personajes en el contexto actual.
Algunos trabajos de Federico son caricaturas, unas aparentando ser superhéroes, o tratándolas de una manera irónica o perversa. “Esto es como ironizar la idea de los héroes enmascarados”, opina. Él, trabaja a partir de situaciones violentas y cómo él las percibe.
Usando la aplicación Paint de Windows, hace arte para burlarse del hombre ideal. Todas sus obras tienen un carácter humorístico, y ridiculizándolo a través de la misma estética de su trabajo, que él a continuación explica:
¿Cómo fue tu acercamiento al arte?
-Federico: A mí no me gustaba estudiar porque no entendía. La mayoría del tiempo pasaba dibujando situaciones extrañas y me molestaba que me limitaran en formatos de dibujo. Entonces hacía cosas encima de ese formato y con colores que no eran los que me daban. Recuerdo cómo me molestó, por ejemplo, que la profesora me dijera que el pollo no era azul sino que era amarillo.
Yo pensaba que ir a la escuela era divertirse, un espacio para socializar. Así quería que fuera.
En secundaria empecé apropiarme de la música y dibujar a partir de eso. Hacía interpretaciones de sonidos violentos, que era lo que me gustaba escuchar. Entonces empecé a construir una identidad oscura que me satisfizo.
Hubo un profesor que me animó a estudiar algo relacionado al dibujo y me matriculé en Arquitectura.
Luego mi papá se enfermó y empecé a dibujar cosas más oscuras. No quería seguir estudiando pero mi papá falleció y eso me colocó en la idea de asumir las responsabilidades de la casa luego de formarme. Entonces continué, porque tengo la idea exigente de cumplir.
Mientras estaba en la universidad conocí a Luis Morales como profesor: vio algo en mi trabajo y me lo hizo notar. A la vez otro profesor me habló de la Escuela de Bellas Artes y empecé a interesarme en la pintura.
¿Cuándo decidiste ser artista?
-Federico: Después del primer año de TACON (Taller de Arte Contemporáneo), se me quitó el miedo y entendí la idea de ser profesional, que no me la había dado la universidad.
Y vos Ricardo ¿Cómo te acercaste al arte?
Me empecé a dar cuenta que tenía una fijación por algunas cosas como los cartoons, el dibujo ilustrativo, la recreación visual y emocional.
Entonces descubrí que esas cosas, los mundos donde habían personajes de guerra y de ciencia ficción, me fascinaban. A la vez tenía enojo con asuntos como, ¿Por qué nos tocó una guerra en la historia? o ¿Por qué me tocó que se muriera mi papá, haber nacido en ese momento, en ese lugar (El Salvador)? Como mucho enojo.
Pero luego empecé a pensar, ¿Para qué hago arte? De repente veía que mucha de la gente que hace arte, es un montón de gente que igual que yo, reproducen un montón de formas de problemas de género, reproducen racismo o discriminación por estrato social.
Esto inspiró sus obras y la exhibición “Viriles”, que estará disponible en la Galería Códice, en los Robles hasta el 12 de noviembre.