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#ChayokerChallenge: un reto que evidencia las palabras de odio de Rosario Murillo

Mónica García Peralta
#ChayokerChallenge

El #ChayokerChallenge está tomando vida en las redes sociales, inspirado en una caricatura de Pedro Molina. | Niú

¿Cuántos adjetivos descalificativos pueden decirse sin respirar en 30 segundos?: “Vandálicos, delincuentes, terroristas, criminales, minoría egoísta e insensible, plaga, peste, minúsculos, puchitos, promotores de violencia, vampiros que reclaman sangre, poquedades, chingastes, relegados, golpistas, almas pequeñas, tóxicos, puchos, diabólicos, promotores del aborto, falsos, falsos, falsos”, recita casi sin aire Ricardo Zambrana, cineasta y expresentador de televisión, en los primeros 15 segundos de su #ChayokerChallenge.

En total, Zambrana repite 42, de los muchos adjetivos mencionados por la vicepresidenta Rosario Murillo, en sus comunicaciones diarias, desde el 18 de abril de 2018. Según este joven, decidió crear este reto, porque siempre le llamó la atención cómo los simpatizantes del Gobierno tachan a la población que protesta contra los crímenes de la dictadura de “estar llenos de odio, solo por denunciar crímenes e injusticias”, comenta.

“Parece que ellos no toman en cuenta la cantidad de barbaridades y vulgaridades que han salido de la boca de sus líderes, fomentando un odio de verdad hacia quienes no piensan como ellos o hacia quienes se atreven a señalar sus crímenes y abusos de poder. Pero que muestra más clara de odio, que los términos en los que la señora Murillo se ha referido a quienes quieren un país en verdadera libertad y democracia”, añade el expresentador.

El #ChayokerChallenge es una forma de liberarse

El reto se ha vuelto popular en Twitter, aunque algunos también han subido sus videos a Facebook. De hecho, según Zambrana, a una hora de haberlo publicado, un familiar lejano se lo envió por WhatsApp, comentándole que lo había recibido de una amiga desde Lyon, Francia. “Ya ahí me supuse que la cosa se había salido un poquito de control. No pude hacer más que reírme de la sorpresa”, explica.

Según Zambrana, con este reto se dio cuenta que cuando una persona expulsa en voz alta y sin parar todo ese odio, amargura y desprecio que ha esparcido “una de las figuras más destructivas e infames de nuestra historia”, como se refiere a Murillo, “uno se siente liberado”, asegura.

“Uno se da cuenta que, de este lado, no seremos perfectos, pero no nos motiva ningún odio, ninguna ambición, más que el sentir colectivo de que este país merece algo mejor. Obviamente he recibido mi buena dosis de odio por simpatizantes del Gobierno. Pero cosas como estas recuerdan que ella podrá controlar armas y turbas violentas, pero jamás podrá controlar la conciencia y el pensamiento de la mayoría. Ella (Murillo) nunca se dará cuenta que lo que sale de su boca representa lo que hay en su corazón. Pero muchos de sus simpatizantes, tarde o temprano, lo reconocerán”, insiste el creador del reto.

Muchos han replicado el reto

El nombre de este reto, fue inspirado en la caricatura de Pedro X. Molina, quien días antes de que Zambrana posteara su video, dibujó una caricatura con el mismo nombre y que según él mismo, fue lo que le motivó a hacer un video.

Molina, por su parte, comenta que antes de hacerla, ya había pensado en otra idea para la caricatura del día que realiza para Confidencial, pero «en ese momento salió la señora Murillo con su retahíla de insultos al pueblo y me llamó la atención su degradante discurso, que se transparenta en su degradación visual como persona», dice.

«Es tan evidente su odio, frustración y resentimiento con el pueblo que hasta lo sentís saliéndole de los poros. Vi eso y pensé que era ridículo, pero a la vez, una payasada peligrosa viniendo de una psicópata con poder como ella. Y con eso en la mente: la payasada, lo demencial de su comportamiento y que estaba estrenando la nueva película del Joker ¡Zas! La conexión estaba hecha. Como a veces pasa de la nada (o de todo) salió ‘Chayoker'», cuenta Molina.

Para Molina, «es algo genial que una vez más la gente se haya apropiado de la caricatura y les haya inspirado hasta un challenge. Siempre es bueno experimentar esa conexión con la gente», afirma. Según el caricaturista, el hacer un recuento de todos los adjetivos que ha disparado la vicepresidenta, refuerza la memoria de sus hechos a la vez que ayuda a los nicaragüenses a deconstruir sus insultos y devolvérselos con humor «para neutralizar  su intento por humillarnos».

«Y también, en el lado más serio de la ecuación, se contribuye a visibilizar el peligro que implica que alguien con poder e influencia sobre gente fanática y asesina trate de deshumanizar a las víctimas para “justificar” veladamente la violencia contra ellas lo que podría desembocar en más palizas, más secuestros, más torturas, más muertes, más crímenes de lesa humanidad», explica el caricaturista.