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Tres años es lo máximo que un joven debe esperar en un puesto de trabajo, sin ser promovido o reconocido salarialmente
*Contenido patrocinado por UAM*
Nueve meses después de ser contratada, Karina Suárez solicitó una reunión con su jefa para expresarle que se sentía subvalorada en la empresa y pedirle un aumento salarial.
Tenía más responsabilidades de las estipuladas en su contrato, sus superiores estaban contentos con su trabajo, y eso la impulsó a arriesgarse. Pero antes sufrió tres “largos” meses de ansiedad y sobrecarga laboral en los que se preguntaba:
“¿Cuándo es el momento correcto para pedir un aumento de salario?”
María Dolores Miranda, catedrática de la Universidad Americana (UAM) y gerente de Recursos Humanos en empresas industriales prestigiosas en Nicaragua, explica que antes de solicitar un aumento de sueldo es importante considerar tres aspectos:
- Tener madurez en el cargo: Es decir, que ha terminado su curva de aprendizaje en sus funciones.
- Que el desempeño sea apropiado y sobresaliente.
- Que a lo largo del período que la persona lleva en el cargo, ese cargo se ha enriquecido.
En este último punto, Miranda explica que si el trabajador hace más de lo establecido en su contrato, y eso beneficia al desarrollo del área o la empresa, esta persona tiene un argumento firme para solicitar el aumento que merece.
Sin embargo, existen dos razones más que no están vinculadas a un desempeño sobresaliente, sino a que:
- Las mismas funciones del cargo son mejor remuneradas en otras empresas.
- Falta de equidad salarial en el mismo puesto, en la misma compañía.
Si estos dos factores existen, María Dolores Miranda explica que el sueldo de su puesto en su empresa, no es competitivo con relación al mercado de salario, por tanto, también es un argumento justo.
La Constitución Política de Nicaragua en su artículo 88 se refiere a que los trabajadores tienen derecho a condiciones de trabajo que les aseguren:
Salario igual por trabajo igual en idénticas condiciones, adecuado a su responsabilidad social, sin discriminaciones por razones políticas, religiosas, raciales, de sexo o de cualquier otra clase, que les asegure un bienestar compatible con la dignidad humana.
El día de la reunión con su jefa, Karina se despertó dos horas más temprano de lo común, los nervios y la incertidumbre la agobiaban, aunque ya tenía claras sus ideas y los argumentos que le daría a su jefa: “Me siento subvalorada porque hago más de lo que el área requiere”.
Pese a que tuvo el valor de hacerlo, la principal pregunta entre los jóvenes suele ser ¿Cuál es la forma más apropiada de acercarme a mi jefe para pedir un aumento?
Para esto, Miranda sugiere tres pasos: Analizar los argumentos, escribirlos bien y saber qué es lo que se pedirá.
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Es necesario realizar una investigación del mercado salarial, “hacer una tarea de números” para determinar el monto del aumento que “me satisfacería” y expresarlo así al empleador, asegura.
Uno de los errores más comunes antes de solicitar un aumento de sueldo es no escoger un buen momento para hacerlo.
Karina sabía qué decirle a su jefa, pero no estaba segura cuándo acercarse. “Los nervios me traicionaban”, admite. Algunas veces la vio por el pasillo y le pidió un momento para comentarle «algo», pero no sucedió, su jefa nunca estaba en la oficina. Fue hasta que le escribió un correo expresándole que quería decirle algo “importante” que se concretó la plática.
Escoger el momento adecuado, para Miranda es una de las cosas más difíciles. “Es un tema importante para el trabajador” que debería abordarse con tiempo, porque hay quienes solicitan inesperadamente un momento para hablar, alegando que tardarán solo cinco minutos.
Karina tuvo la dicha de ser reconocida por sus jefes, recibir un aumento de sueldo y ampliar el valor de su área por las nuevas funciones que por su empeño había logrado. Han pasado casi dos años y nuevamente será promovida en su empresa, pero ¿qué pasa cuando no ocurre así? ¿Cómo puedo negociar si mis jefes me dicen que no hay dinero? ¿Cuánto tiempo es prudente esperar para recibir una respuesta?
Lo máximo que un joven debe estar en un puesto, sin moverse o sin ser reconocido salarialmente es tres años, asegura Miranda. “Normalmente las empresas tiene una fecha en la que hacen los ajustes salariales, entonces lo más que yo esperaría es al siguiente ajuste salarial”, dice.
También agrega que existen otros factores válidos para decidir continuar en una empresa que tiene que ver con el clima laboral: “si no me pueden ayudar con el salario por lo menos que me ayuden a formarme y mejorar mi CV y que me muevan a otro puesto donde yo pueda aprender en la misma área”. Esto ampliaría su experiencia para aspirar a nuevos trabajos.
¿Si he estudiado una maestría o un posgrado cuánto tiempo debería esperar para solicitar un reajuste salarial?
Según Miranda, en Nicaragua la gente estudia un posgrado o una maestría esperando que le aumenten el salario, sin embargo, las empresas no lo hacen y explica:
“Cuando uno escoge un postgrado o una maestría lo que debe es estar aspirando a una posición superior y no a que te suban el salario, porque en el puesto que estás si se hubiese requerido la maestría te lo hubiesen pedido antes de contratarte”, asevera.
Además agrega que “cuando vos sos talentoso, la empresa incluso puede ayudarte a financiar la maestría pero porque te ve en un plan de desarrollo para una posición superior”. Por tanto, la inversión de tiempo, dinero, recursos y esfuerzo en estudios superiores debe ser motivado por la aspiración para nuevos cargos.