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No nos dejan enterrar a nuestros seres queridos. Es lo peor que le puede pasar a alguien, no se lo deseo a nadie
El coronavirus no nos ha dejado darle el último adiós a la abuela de mi marido, en España. La irresponsabilidad por parte de los ciudadanos nos ha llevado a que esta pandemia se salga de control.
Trabajo en una tienda de carne y tengo que decirle continuamente a la gente que se aplique desinfectante y se ponga guantes antes de manipular la carne. La gente llega a comprar cosas innecesarias con tal de salir.
La jornada laboral me la han reducido, pienso que es fundamental el dinero, pero ante todo la salud es lo primero. Justo este 23 de marzo, ha fallecido la abuela de mi marido debido a un infarto y no podemos despedirla. El coronavirus no es un juego, todo esto es una realidad. Debemos acatar las medidas que ha anunciado el Gobierno de quedarnos en casa motivo por el que no nos dejan enterrar a nuestros seres queridos. Es lo peor que le puede pasar a alguien, no se lo deseo a nadie. No es fácil esta situación. Si ya se me hacía difícil ver a mi marido con ansiedad, ahora le sumo la muerte, para mí esto será peor.
Les ruego usar las medidas necesarias, no salir y, si salen, que sea uno por familia, hacer la compra para una semana, si van a sus trabajos vayan protegidos lo más que puedan. Esto no es un juego, es la vida o la muerte.
*Este texto es parte de la serie CróNicas, publicada en la Revista Niú, a partir de este 16 de marzo, sobre las experiencias y reflexiones de cómo los nicaragüenses en España viven las medidas de confinamiento tomadas por el Gobierno español. Te invitamos leer más testimonios en este enlace.
