Blogs

Día gris hoy. Lluvia todo el día. En Nicaragua, cuando los días son así, decimos que es para estar en la cama leyendo, tirada en el sofá viendo televisión o durmiendo. Pero aquí, el invierno es así toda la estación climática así que intento sobreponerme a los meses de larga duración.

Un estudio de Global Emotions Report’ de la consultora Gallup, indica que la sangre latina está llena de positividad y en el lenguaje de las emociones, el afecto es vital. Un abrazo, un beso, una caricia, una sonrisa e incluso hasta de nuestras desgracias nos burlamos. Lo llevamos en nuestro ADN contrario a las sociedades europeas que son más sobrias.

Un afecto te reconforta, te anima, te alienta, te llena. Me pongo a pensar en esas personas de la tercera edad que estos días de confinamiento se encuentran solas en sus casas y no pueden recibir ese abrazo; aunque las tecnologías de la información, nos acercan no permiten palparnos o darnos ese apretón de cuerpo.

En el día número siete de confinamiento por el coronavirus esas expresiones afectivas se las doy a mi pareja cuando llega de trabajar solo hasta después que ha realizado el ritual de desinfección. Lavado de manos, baño y ropa a lavarse. Una vez limpito, me abraza, me soba la cabeza y da un beso.

Estos días ha sido más intenso. Desde hace unos días me he sentido con malestar en el cuerpo, fiebre y estornudos. Para solventarlo, he estado tomado paracetamol para calmar los malestares. No, no tengo el virus dentro, aunque sí estoy en observación. No les voy a mentir que tengo algo de temor, pero me alienta el no presentar un cuadro clínico de infección respiratoria aguda ni soy parte de los grupos de riesgo, aunque ha habido casos de personas contagiadas menores de 40 años. Y mientras tanto, me seguirá dando muestras de afecto, porque se ha encargado que así sea.

*Este texto es parte de la serie CróNicas, publicada en la Revista Niú, a partir de este 16 de marzo, sobre las experiencias y reflexiones de cómo los nicaragüenses en España viven las medidas de confinamiento tomadas por el Gobierno español. Te invitamos leer más testimonios en este enlace.