Durante la rebelión iniciada en abril de 2018, las imágenes de los rebeldes de Masaya estremecieron a Nicaragua y fueron titulares en algunos diarios del mundo. Un barrio cuya tradición de resistencia la lleva en la sangre –y uno de los bastiones sandinista durante la insurrección en 1979–, se alzó en barricadas durante las protestas contra el régimen de Daniel Ortega. Los bailes, el humor y la tradición se convirtieron para ellos en una forma de resistencia que se analiza en un documental sobre Monimbó.
Estos son algunos retazos que el documental Torovenado, espíritu de Monimbó explora con la voz de monimboseños y especialistas en estudios culturales. Con una duración de 10 minutos y 13 segundos, esta pieza dirigida por Tania Ortega y difundida por De Humo TV explora “la resistencia particular” que tiene Masaya, desde el análisis de tradiciones con como el Torovenado.
“Me di cuenta que había un espíritu colectivo. Luego me doy cuenta que es una forma de vivir del masaya y particularmente del monimboseño”, comenta su directora.
Resistencia creativa en Monimbó
La producción inicia con una breve reseña de la tradición del Torovenado, a cargo del escritor Erick Blandón, quien hace énfasis en su esencia anárquica. Los masayas dedican un día al año para burlarse del poder. Durante la rebelión de abril, esta postura pícara y rebelde predominó y fue una manera única de resistir a la represión de la dictadura.
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Addis Díaz, especialista en semiótica asegura en el corto que el masaya se volvió creativo y reimaginó el concepto de barricada. Tras el recrudecimiento de la represión, los pobladores indefensos levantaron decenas de barricadas en los barrios, para evitar el acceso de la Policía Nacional y las bandas paramilitares que actuaban en complicidad con el régimen. Además, le dieron un uso único: escribieron nombres, realizaron grafitis y las utilizaban como altares.
La especialista señala la importancia de las máscaras, como otro de los elementos particulares de la lucha cívica de Masaya.
“Es un trabajo de archivo. Hay un ensayo fotográfico que para mí fue muy trascendente como creadora, y es el que hizo el fotógrafo Esteban Félix. El retrató a los rebeldes usando máscaras de leones y de tigre. Para mí también fue una manera de retratar al espíritu Torovenado”, agrega Tania Ortega.
Un documental para la memoria histórica
La idea de este documental sobre Monimbó inició con un par de preguntas. Su creadora se cuestionó por qué los masayas resisten de esta forma y no como lo hacen otros pueblos de Nicaragua.
“Los pueblos así, más pequeños y originarios, les ha tocado la parte más dura, y su forma de resistencia es volverse autoconvocados. Es decir, de reunirse y ponerse de acuerdo, de espontaneidad colectiva”, comenta la directora.
Tania Ortega considera que este es una producción para la memoria histórica de esta rebelión cívica. También es una forma de darle “cabida analítica” a la voz del pueblo autoconvocado. “Muchas veces nos concentramos en analizar las voces de los empresarios, de las organizaciones, de quien ejerce el poder y no de los más sabios, que es el pueblo”, explica.
“Aunque se está reportando hechos históricos, el tema de hacer un análisis que pudiera permanecer mucho más tiempo que solo la noticia y dejar una pieza de memoria para nosotros era fundamental”, narra.
La producción de este documental sobre Monimbó cuenta con algunos momentos simbólicos de lucha de los masayas, como el video viral del “Comandante Caperucita” o “Capitán Monimbó”, quien manifestó su repudio al régimen de Daniel Ortega y dijo que no eran bienvenidos al histórico barrio indígena que se insurreccionó contra la dictadura de Anastasio Somoza Debayle.