La bandera nacional es uno de los símbolos patrios de Nicaragua, aunque el Gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo al asumir el poder fueron minimizando su uso y sutilmente reemplazándola por la bandera de su partido. Sin embargo, en 2018, la protesta cívica la retomó para exigir justicia y luchar por los derechos de los nicaragüenses. Desde entonces, el régimen empezó una cruzada de criminalización y persecución que persiste hasta hoy.
El régimen “la ha pisoteado y agredido, de la misma manera en la que ha encarcelado y enjuiciado a quienes se han atrevido a enarbolarla”, aseguró la líder universitaria Amaya Coppens a Confidencial. En esta fotogalería, recordamos algunas de las más emblemáticas imágenes que han reinvindicado la bandera nacional y su significado.
La bandera como símbolo de protesta
Apenas se iniciaban las primeras protestas que después desembocaron en la Rebelión de Abril, y ya se veía la bandera de Nicaragua entre los manifestantes. En estas fotografías, tomadas el 10 de abril de 2018, refleja como la bandera tenía presencia, aunque mínima. En esta ocasión al menos 300 jóvenes universitarios se autoconvocaron para marchar y protestar en contra de la negligencia del Gobierno ante el incendio de la Reserva Indio Maíz.
Pocos días después, el 18 de abril, cuando fueron anunciadas las reformas al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social y, tras la represión enviada por el Gobierno a través de sus simpatizantes quienes atacaron y agredieron a ciudadanos en Camino de Oriente, la bandera también estuvo ahí. En esta fotografía se ve cómo en la noche del 18 de abril, un manifestante muestra la bandera nacional a la policía antidisturbios durante la primer jornada de represión en contra de las reformas del Seguro Social.
Trincheras azul y blanco
La bandera nacional también se impuso como símbolo de resistencia, cuando la violencia perpetrada por el régimen obligó a los manifestantes a levantar tranques o atrincherarse en distintas universidades. Más tarde, estos colores incluso serían el nombre de todo un movimiento, que en primera instancia se levantó por el incendio en Indio Maíz, se intensificó con las reformas al Seguro Social, pero se consolidó en una petición unificada de todo un pueblo, para exigir libertad de la dictadura Ortega-Murillo.
En marchas y piquetes
Al igual que en los tranques, en todo el 2018 y parte del 2019, la bandera nacional, se izó y se portó con orgullo en distintas marchas, piquetes y protestas «Azul y blanco», en contra del régimen. “Antes de eso (protestas de abril) la habían convertido en un símbolo casi trillado, que solamente mirábamos en las fiestas patrias, o durante eventos formales, por el intento reiterado de esta dictadura de reemplazar por colores chillantes y por banderas partidarias; ahora se ha convertido en un símbolo mucho más profundo, sobre todo porque aglutina a las diferentes luchas del pueblo nicaragüense con sus complejas diversidades y reivindicaciones”, aseguró a Confidencial la universitaria Amaya Coppens.
La criminalización de la bandera
Tras ser retomada por el Movimiento Azul y Blanco, la bandera fue y sigue siendo objeto de persecución y criminalización por parte del régimen. Desde apresar a ciudadanos simplemente por ondearla y portarla, hasta decomisarla a comerciantes que toda su vida la han comercializado para las fiestas patrias. Miguel Ángel Urbina, comerciante del mercado Iván Montenegro, asegura que “el problema es que la bandera se politizó». A él la Policía Nacional le decomisó ilegalmente al menos 100 banderas plásticas, reportó Confidencial. “Este año no sé por qué dice la Policía que la bandera está vandalizada, yo la he vendido siempre y para mí es la misma bandera de Nicaragua”, cuestionó.
Además de decomisar banderas, la Policía también ha retenido a distintos ciudadanos por portarla. El profesor Humberto Hernández, fue acosado y citado por la policía por recorrer con su bandera, abordo de una moto, las calles de Camoapa, Boaco. Avil Ramírez desafió al régimen cuando ya había prohibido las manifestaciones, al salir a Carretera a Masaya, a ondear su bandera. Ramírez fue detenido e interrogado por esto.
La bandera reinvindicada
Pese a los esfuerzos del régimen por minimizar el nuevo significado que tomó la bandera nacional, los nicaragüenses ahora se toman más en serio sus colores. “Tomamos nuestra bandera como escudo para que la guardia orteguista no nos hiciera nada, pero fue todo lo contrario, nos las arrebataban, pisoteaban y quemaban”, subrayó Flor Ramírez, en una entrevista con Confidencial.
A partir de 2018 la bandera se utilizó en todo tipo de manifestaciones e incluso celebraciones. Ha cubierto las heridas de los universitarios atacados por la Policía y paramilitares. Estuvo en sus féretros. Ha sido y sigue siendo el símbolo nacional de la resistencia cívica y pacífica de Nicaragua.