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Hagámosle la guatusa al régimen
Carlos Herrera | Niú.

"Lavemos los trapitos sucios en la casa, pero eso sí, no dejemos de fiscalizar a cualquiera que se plante en representación de nuestros intereses".

Aunque los valientes jóvenes universitarios alzaran su voz dentro de la UCA contra la dictadura, a pesar de la represión, nosotros seguimos cayendo como pendejos en el juego del dictador.

Y no me refiero a que la Alianza Cívica acuerde con los representantes de la dictadura una «hoja de ruta» que aunque no llena nuestras expectativas, es lo único con lo que contamos para salir de la crisis. Y no es conformismo sino que estoy segura que nadie quiere más muertos, ni desaparecidos, ni presos.

Ortega se lo disfruta

Me imagino a Daniel Ortega y Rosario Murillo riendo como focas en El Carmen. Felices en su cuartel disfrutando ver como nos matamos entre nosotros. Como nos descuartizamos. Y perdemos fuerzas, nos desgastamos mientras el verdadero enemigo se fortalece.

Al punto que incluso han cambiado su discurso. Todo es paz, es amor, es perdón. Ni sus trolls han salido a atacarnos y llamarnos golpistas, terroristas. Quizás algún pobre desesperado que ataca a los medios en sus comentarios, pero no es parte de sus turbas cibernéticas.

Y no es que vamos a ser amiguis incondicionales sino que no debemos de perder de vista lo verdaderamente importante y en lo que todos coincidimos. Y es la salida de la pareja dictatorial y su séquito.

Todos estamos claros que Ortega no va a ceder. No va a permitir elecciones adelantadas. No va a asumir los crímenes de lesa humanidad. No va a abrir las puertas para la democratización del país. No va a permitir movilizaciones y tampoco va a dejar libre a los presos políticos. Nada de eso hará Ortega.

Ahora solo gana tiempo en espera del desenlace con Venezuela y de contener las amenazas que penden desde toda dirección contra él y su cúpula. Va a buscar como salvarse y podría lograrlo si nosotros seguimos cayendo como pendejos en su juego.

Usa su viejo truco de divide y vencerás

Estamos cansados de esta situación. Queremos justicia. Queremos volver a nuestra vida normal. Y no crean que voy a decirles cómo se va a solucionar este asunto porque la verdad lo ignoro completamente. Sin embargo, creo que no podemos seguir cayendo en su juego.

La cosa no está fácil para nadie. El salario se ha disminuido con la imposición de reformas al INSS, pero además con la Reforma Tributaria que incrementa los precios de los alimentos. Y el que diga que eso es falso, perdón, pero a vos si te han visto más la cara de pendejo que a nosotros.

La situación económica y la falta de libertades, la impunidad, nos desalientan. Y eso, eso mismo, es lo que busca Ortega. Busca vernos con el moco caído, sin esperanzas, sin ánimos ni fuerzas, resignados, divididos.

Porque una vez resignados caemos en su juego de: borrón y cuenta nueva. Y es jodido porque realmente todos estamos desesperados que esto se termine. Pero, y aquí el pero, que si nos apresuramos, que si caemos en su juego y no vemos más allá entonces, sólo entonces, Ortega habrá ganado y nada habrá valido la pena.

La mentira como arma

Hagámosle la guatusa. Démosle de su propia medicina. Quién más guatusero que Ortega y su séquito. ¿Quien en este país ha hecho uso de la mentira como estrategia política? Todos los políticos, pero los expertos siempre han sido la pareja Ortega-Murillo.

Ortega y Murillo han mentido en todo. Su doble discurso es un asco. Verles la cara y saber su cinismo da náuseas. En su naturaleza esta la mentira. Se dijeron cristianos, que querían paz, que habían cambiado, que el amor es más fuerte que el odio, que había que reconciliarse, etc, etc, etc.

Y ya ven estamos en el mismo punto de siempre. Jodidos económicamente y sin libertades. La historia se repite una vez más. Entonces juguemos su propio juego. Lavemos los trapitos sucios en la casa, pero eso sí, no dejemos de fiscalizar a cualquiera que se plante en representación de nuestros intereses.

No somos nosotros los que estamos perdidos… son ellos.