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La violencia se contagia

Es aterrador como han modernizado el modus operandi contra la vida de las mujeres. Cada día los actos son más espeluznantes. Los cuerpos son mancillados, violados, quemados y mutilados

Solo una mente siniestra podría ser la autora de un hecho tan horrendo como introducir pastillas de curar frijol en la vagina de su expareja, una mujer de 31 años y madre de un niño y una pre adolescente.

Es aterrador como han modernizado el modus operandi contra la vida de las mujeres. Cada día los actos son más espeluznantes. Los cuerpos son mancillados, violados, quemados y mutilados.

Terminan con la vida de una mujer, pero además mandan mensajes poderosos de intimidación contra las otras. Y todas entramos en pánico. Nos estremecemos. Tenemos miedo. Y no es para menos.

La mayoría de esos femicidas son hombres que sus víctimas habían amado; con quienes procrearon hijos y se trazaron planes de vida; hombres que las mataron de la forma más cruel haciendo gala de su poder sobre sus cuerpos y vidas.

Caldo de cultivo

Hace un mes la víctima fue Jesbelin. Tenía 12 años. Su vida fue brutalmente truncada. La violaron, golpearon hasta matarla y luego la lanzaron amarrada a un pozo. Casi tres meses estuvo reportada como desaparecida hasta que su cuerpecito fue encontrado sin vida.

Foto tomada de Facebook

Me da rabia. Siento impotencia. #MalditosMilVecesMalditos

Nicaragua está enferma. Está enferma de violencia. Un padecimiento que no discrimina edad, color, origen ni condición social. Un virus que se incuba en los hombres, pero que cuando se desarrolla termina con la vida de las mujeres.

Desde la niñez ataca el sistema. A ellos los disciplina para ejercerla como un mecanismo de control de la vida y cuerpo de las mujeres, mientras a ellas las adiestra para aguantar hasta resignarse. Verdugo y víctima.

La sociedad es el caldo de cultivo. El mensaje no cambia, al contrario, se intensifica lo que le permite una rápida propagación.

Falta medicina

Sus antecesores quemaron viva a Vilma Trujillo y a Karla Estrada la apuñalaron 52 veces y la decapitaron.

El indice de maldad se incrementa. ¡Los casos son horrendos! Vivimos la evolución más perversa del virus de la violencia. Es así como Nicaragua registra desde 2012 hasta 2017 un total de 385 femicidios. En tres meses del 2018 ya contabilizamos 15 femicidios.

Foto tomada del blog de tu madre.

Hay preocupación y consternación por la vida de estas mujeres, sus familias, sus hijos, pero también por la inoperancia de un Estado que las ha abandonado. No hay justicia. Hay impunidad. No hay prevención.

Da miedo. No quiero mañana ser yo, pero tampoco quiero que seás vos. No quiero subir la foto de ninguna de ustedes al Facebook e indignarme. No quiero seguir contando. Estoy cansada de contar. Me rehúso.

No son números, son vidas truncadas de mujeres, madres, hijas, hermanas, tías, abuelas, amigas… son seres humanos, personas con DERECHO A VIVIR LIBRES Y FELICES!

No permitás que este virus acabe con tu vida.

No permitás que otros te contagien.

No permitás que tus niños la incuben.

No permitás que más mujeres mueran víctimas de FEMICIDIO.

Si la violencia se contagia estoy segura que el amor, el buen trato, el respeto también se puede contagiar. Hagamos de todo esto una epidemia.

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