Cultura

La presencia de la figura paternal en la literatura fue el tema de discusión en el conversatorio “La sombra del padre”, dentro del cuarto día de Centroamérica Cuenta 2017. En la mesa participaron  los autores Héctor Aguilar Camín (México), Renato Cisneros (Perú) y Jorge Volpi (México), los cuales han reconstruido en novelas y ensayos la figura de sus progenitores.

“Adiós a los padres”, una obra sin ficción escrita por Héctor Aguilar Camín, relata la ausencia paternal que vivió el autor, hasta el encuentro “estrepitoso”, como él lo describe, que tuvieron padre e hijo, 36 años después del abandono. “Toda familia tiene una gran historia que contar, esta es la mía”, afirma el escritor.

Por su parte, Jorge Volpi publicó en 2016 “Examen de mi padre”, una obra que combina memorias y ensayo científico, para relatar la vida del recién fallecido padre del escritor. Fue escrita en un año completo, como símbolo del luto que su padre, en su momento, también guardó cuando murió la abuela de Volpi.

Renato Cisneros recuerda que la primera vez que su nombre apareció en los periódicos, fue para dar declaraciones sobre la muerte de su padre. “No tenía libertad bajo la sombra de mi padre. Para el mundo era solo el hijo de alguien”, afirma. Cisneros es autor de “La distancia que nos separa”, novela en donde transforma la vida de su papá en ficción.

¿Por qué escribir sobre «el padre»?

“La literatura que tiene que ver con el padre es exquisita. Para mí fue como un método de duelo. Comencé a escribir el 1 de enero y terminé el 31 de diciembre, un año completo de luto”, relató Volpi.

No obstante, Cisneros usó la escritura como método para conocer más a su fallecido padre, Luis Federico Cisneros Vizquerra, un famoso general del Ejército de Perú. Para esto entrevistó a más de 40 personas, desde amigos hasta enemigos. Y para él, la fuente más importante, su mamá. “Hay muchas cosas que descubrí de él, que me hicieron saber que no podría entender a mi papá”, explica.

El sentimiento detrás del texto

En la mesa los escritores relataron sobre las experiencias que provocaron la creación de sus libros sobre el tema.

Aguilar Camín, por ejemplo, cuenta que aunque el último recuerdo de su padre fue a los 13 años, su mamá hizo que nunca le hiciera falta nada. “Los padres hacen acciones estruendosas, pero las que en verdad marcan para toda la vida, son las madres”, enfatiza.

El autor de La guerra de Galio (1991) comentaba: “Mi papá me abandonó cuando tenía 13 años. Lo recordaba como un hombre alto y fuerte. Cuando lo volví a ver, 36 años después, estaba al borde de ser vagabundo. Con un tono un tanto satírico me explicó que no había llamado porque en el terremoto de México, que fue en el 85, se había roto la columna. Era 1995”.

Por su parte, Jorge Volpi recuerda a su padre, fallecido en 2014, como un hombre enérgico y apasionado. Volpi expresó entre risas: “En el libro no se habla en sí, de la relación que tuvimos los dos (padre e hijo), sino de lo que a él verdaderamente le amaba. Era cirujano, revolucionario y aseguraba que era mexicano por error”.

“Hablar del padre, no afecta solo al escritor, sino a los familiares que estuvieron al lado tuyo”, expresó Cisneros.

El peruano, contó que la parte más dura después de escribir la novela, fue pensar en la reacción que su madre y hermanos podrían tener al leerlo. “Con eso me di cuenta que no importa cuántos hijos se tengan, se les puede dar la misma educación a todos, sin embargo cada uno define la razón del padre a su propia forma. Creo que si se desea escribir un libro como el que hice, se tiene que revisar todos esos puntos ciegos además del propio”, recuerda.