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Lo bueno y lo malo de la canción feminista “El violador eres tú”
Las feministas nicaragüenses también replicaron la camción "El violador eres tú". Carlos Herrera | Niú

Tras volverse una tendencia mundial, este himno animó a decenas de mujeres a denunciar a sus agresores, pero también provocó burlas y rechazo hacia el movimiento feminista.

     

“El patriarcado es un juez que nos juzga por nacer, y nuestro castigo, es la violencia que no ves”, sentencia la canción feminista que desde el 25 de noviembre pasado, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, se ha vuelto un himno, que se replicó en varios países y levantó una ola de denuncias en redes sociales.

“La primera vez que escuché la canción casi me explota el corazón porque me sentí respaldada y me parece que aquí es donde está la parte medular: es un performance de nosotras para nosotras. Escuchamos a mujeres de todo el mundo, una y otra vez, decir que la culpa no era nuestra, ni cómo vestíamos, ni dónde estábamos, porque es un acuerpamiento y un proceso de sanación de por fin decir: ‘No es mi culpa. Sos vos. Vos me violaste’”, dice Lola, una joven feminista nicaragüense que pidió usar ese alias.

Días después, varias usuarias de Twitter tomaron extractos del coro para compartir sus experiencias de abusos. “Y la culpa no era mía. (Tenía 4 años) Ni donde estaba. (La casa de mi abuela) Ni como vestía. (Ropa infantil)”, dice una de las denuncias que se viralizó en Twitter.

A la vez que este himno «El violador eres tú» cobraba relevancia, un sector de la sociedad lo rechazó. Devolviéndoles la responsabilidad a las mujeres y alegando que en este tema se generalizó la culpa para todos hombres. Minimizando así el problema de todos los tipos de violencia que sufren las mujeres. A pesar que las estadísticas son contundentes. Por ejemplo, en la última década, en Nicaragua, 645 mujeres han sido asesinadas por odio.

“Creo que el ‘hate’ en redes sociales viene a dar cuenta de cómo para las sociedades sigue siendo incómodo hablar de violencias hacia las mujeres; sobre todo porque eso invita a asumir responsabilidades y a revisar quiénes las ejecutan/reproducen y qué posiciones ocupan. También, es una postura muy arraigada en el sistema patriarcal que aspira a que se mantenga intacto”, dice Liza, de 22 años, quien es feminista nicaragüense.

A esto se le sumó que un DJ tomó este himno y creó un remix, que según muchas denuncias en redes sociales está sonado en algunas discotecas y también está siendo bailado. Esto para las feministas es una burla o banalización más al movimiento.

“Es una burla porque quieren ridiculizar todo lo que hacemos. Quieren restarle importancia y no asumir su culpa. En México un grupo de futbolistas lo hizo, se pusieron a imitarnos, burlándose de nuestra demanda política porque se siente amenazados y que mejor forma que hacer burla de ello. Piden disculpas luego y dicen tomar las medidas necesarias, ¿cuáles son esas medidas? las disculpas no las queremos, porque mañana después de terminar un partido van a ir a violentar a otra mujer. No les creemos más y por eso radicalizamos nuestra lucha”, dice Lola, de 23 años.

No obstante, ambas feministas rescatan el impacto positivo que ha tenido este himno, pues logró que este tema entrara en el debate público y está sirviendo para que muchas mujeres que han sido violentadas se sientan acuerpadas y entiendan que no es su culpa.

Sobre la canción de protesta

«El violador eres tú» fue compuesta por el colectivo feminista chileno: Lastesis. Integrado por cuatro mujeres que usan el lenguaje audiovisual para replicar la teoría feminista. Según contaron a medios internacionales, este himno fue creado tras una investigación sobre las violaciones que ocurren en su país que no trascienden, por eso explícitamente responsabilizan a la Policía, los jueces, el Estado y al presidente.

“Nos llamamos Lastesis porque nuestra premisa es usar tesis de teóricas feministas y llevarlos a puestas en escena para que se difunda este mensaje”. Y ahora tras la viralización del tema “queremos que lo adapten y hagan su propia versión de acuerdo al lugar en que se encuentren, con vestimenta o cambios en la letra”, explicaron las integrantes de este movimiento al portal Verne.