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La hora de la verdad ante Martinica, Panamá y Estados Unidos
La Federación Nacional de Futbol urge el apoyo de la empresa privada para lograr el despegue del deporte
Erick Téllez estaba sentado en la banca de suplentes. No podía contener su alegría al ver que el marcador favorecía a Nicaragua 2-0 sobre Haití. Tan solo faltaban cuatro minutos para que el tiempo añadido se agotara y él solo quería que el árbitro pitara el final del partido.
Desde la banca, observó cómo un despeje del portero haitiano llegó hasta el lateral Manuel Rosas. Acompañó el cabezazo de su compañero con un ademán. Siguió la jugada y vio llegar el balón a los pies de Juan Barrera, quien dominó el esférico, dio un zapatazo para convertir el tercer gol de Nicaragua y finalizar una remontada histórica.
“Era una locura. Esperábamos el 2-0 para pasar y el tercero fue algo que nos regaló Dios, fue una alegría extra”, dice Téllez.
Aquella gesta heroica del 28 de marzo de 2017 significó la clasificación de Nicaragua, por segunda vez en su historia, a la Copa Oro: el torneo internacional de selecciones de futbol más importante de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe.
La Selección Nacional regresará a este torneo luego de su participación en 2009, bajo el mando del técnico Otoniel Olivas. En esta ocasión, el entrenador es el costarricense Henry Duarte, catalogado por la crónica deportiva como el mejor técnico que ha tenido el país.
El primer contacto de Duarte con el futbol nicaragüense fue en el año 1979. Impartía clases a jugadores y entrenadores menores en los colegios Don Bosco. “Yo no pensaba en dirigir a Nicaragua, pero dos años antes de firmar (2015) vi un partido en el Estadio Nacional y descubrí que aquí había talento y lo que faltaba era ordenarlos y enfocarlos”, recuerda el estratega costarricense.
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Ildefonso Agurcia, secretario general de la Federación Nicaragüense de Futbol (Fenifut), asegura que Duarte no era la primera opción para entrenar a la Selección. Antes estuvo en la lista un panameño y un hondureño.
“El panameño pedía mucho dinero, el hondureño quería que esperáramos mucho. Recurrimos al plan C y nos casamos con su proyecto y su visión de trabajo. Él nos planteó un proceso a cuatro años y hemos comprobado que está dando frutos antes de que termine”, afirma Agurcia.
Al mando de Duarte, la Selección Nacional tiene un balance de once victorias, cinco empates y doce derrotas. La estadística incluye triunfos contra Jamaica, Panamá y Haití. En los duelos igualados figura el partido a cero contra Costa Rica.
Cuestión de disciplina
La mejoría en la Selección Nacional se apoya en la disciplina que Duarte ha impuesto a sus jugadores. Manuel Rosas, lateral derecho de Nicaragua, menciona que bajo el mando del español Enrique Llena, las concentraciones eran más “relajadas” y los seleccionados podían entrar y salir del sitio en el que se encontraban a la hora que querían.
“Ahora con el profe Duarte no podés irte así no más. Las cosas son claras, o te acoplás o te vas. Y eso es bueno. Al jugador no se le puede dar tantas libertades”, explica Rosas.
Algunos jugadores manifestaron en su momento que existió un entrenador que luego de terminar el entrenamiento, se iba de fiesta con la mayoría del grupo. A veces compartían mesa de tragos, y tomaban hasta altas horas de la noche.
“También había amiguismo. Lo que no había era una visión de lo que significa el desarrollo del futbol”, agrega el secretario de Fenifut.
Durante la primera convocatoria, en el año 2015, Duarte tuvo una reunión a solas con los jugadores. Dedicó ese encuentro para dejar claro que debía existir un orden y que se iba a trabajar para mejorar.
A partir de esa fecha, las estadísticas han respaldado al costarricense. Nicaragua ha jugado 165 partidos oficiales a lo largo de toda su historia. El 40 por ciento de esos triunfos se han obtenido en la “Era Duarte”.
Este nivel competitivo de la Selección Nacional se pondrá a prueba en este mes durante la Copa Oro. Los primeros rivales de Nicaragua serán Martinica, Panamá y Estados Unidos.
Una alianza que apoye el futbol
La mejoría experimentaba bajo el liderazgo de Duarte no alivia las carencias del futbol nacional. La falta de instalaciones deportivas para los entrenamientos, sumado a la incomodidad de las concentraciones, el apoyo puntual del gobierno y el poco interés de la empresa privada, no hacen posible el desarrollo de este deporte.
Erick Téllez, defensor central de la Selección, aclara que si bien las cosas han mejorado un poco, no es algo que se hace de forma continua. En los viajes que realizan a otros países, han notado las condiciones y el apoyo que se le da al futbol.
Para el secretario de Fenifut, el desafío que tienen como federación es conquistar a la empresa privada para que brinde su apoyo al proyecto futbolístico, pero en todos los niveles.
“Tenemos apoyo del gobierno, pero es puntual. Por ejemplo la Copa Sandino es algo que se realizó y aporta al desarrollo, pero no es algo integral. Ojalá que esto cambie en un futuro, creemos que este gobierno es deportista y puede fijar su mirada en el deporte”, destaca Agurcia.
El entrenador de la Selección Nacional afirma que debe eliminarse esa idea de que se puede trabajar por separado en el futbol. Para Duarte, existe un celo que no permite que ni Fenifut, ni gobierno tengan un papel coordinado.
“Mientras no exista una coordinación, ese empuje, Nicaragua va a seguir siendo la misma”, dice Juan Barrera, delantero de la Selección Nacional.
¿Qué opinan los expertos?
Edgar Tijerino, cronista deportivo, considera que el nivel que tiene Nicaragua es el más alto que se ha conseguido en la historia. Sin embargo, recuerda que en los viejos tiempos no se jugaba con los rivales caribeños, sino que tocaba enfrentar, sin preámbulos, a Costa Rica, El Salvador, Panamá y Honduras.
Para Camilo Velásquez, director del sitio web Futbolnica, el entrenador costarricense todavía le genera dudas. Confiesa que Duarte es el mejor técnico que ha tenido Nicaragua, pero que todavía no ha obtenido resultados superiores a sus antecesores.
“La prueba de fuego fue en la Copa Centroamericana y salva la nota con Haití, en un partido grandioso. Probablemente el mejor partido en la historia de una selección nicaragüense de futbol. La Copa Oro es una nueva prueba y es mucho más complicada porque vamos a encontrar a rivales de otro nivel”, argumenta Velásquez.
Para los expertos de la crónica deportiva, Nicaragua es más competitiva, pero tiene aún mucho camino por recorrer. Tijerino es contundente al afirmar que se está “peleando por llegar al nivel en que comenzábamos antes”. Sin embargo, menciona que esto no quiere decir que no se vea el progreso obtenido por el futbol nacional.
En la víspera de la Copa Oro, los analistas coinciden en que las posibilidades de clasificar a una segunda ronda, son sumamente difíciles, sin embargo, no dan por hecho una eliminación del conjunto nacional.
Velásquez ve a Nicaragua tercer lugar en su grupo, ganando a Martinica y teniendo encuentros complicados contra Panamá y Estados Unidos. Tijerino considera que el panorama es una moneada al aire. Es decir, que es posible ocurra un resultado adverso o favorable.
Nectalí Mora Zeledón, coeditor de Deportes del diario La Prensa no tiene dudas de que Nicaragua dejará buenas sensaciones en un torneo exigente.
“La última vez que hice el balance de la Selección la diferencia era más once de goles marcados, es decir, que esta Selección no tiene complejo, va al frente ataca, tiene virtudes, jugadores con características que le permiten jugar así”, expone Mora.
Confianza ante todo
Los jugadores confían en que realizarán una buena presentación. Consideran que han tenido una preparación intensa y no ponen en duda la visión que Duarte tendrá en cada partido.
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“Sabemos a lo que vamos, lo que implica, la meta de nosotros es pasar a la segunda ronda, creemos que lo podemos hacer y en función de eso estamos trabajando”, afirma Juan Barrera, delantero de Nicaragua.
“Nosotros tenemos un compromiso a corto plazo que es la Copa Oro y estamos trabajando para eso. Nosotros estamos convencidos que vamos a pasar a la siguiente ronda, no sabemos si le vamos a ganar a uno al otro y al otro, pero tenemos que hacer eso”, afirmó Rosas.
Para Duarte la meta es pasar, no a la segunda ronda, sino a la tercera o hasta donde los rivales lo permitan.