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Los siete errores del Gobierno nicaragüense ante la pandemia
Los errores del presidente Daniel Ortega podría causar que el covid-19 se propague en Nicaragua.

Enumeramos los siete errores que ha cometiendo el Gobierno de Daniel Ortega ante la propagación del covid-19, a pesar de las experiencias internacionales y las recomendaciones de la OMS.

Estados Unidos, China, Italia y España, tienen dos cosas en común ante la pandemia que ha infectado a más de medio millón de personas en todo el mundo. La primera es que son los países que más casos de contagios de covid-19 registran hasta ahora; la segunda es que estas cuatro naciones cometieron el mismo error: subestimar la propagación de pandemia. Nicaragua, aunque hasta la fecha solo tiene cuatro casos confirmados, por el Gobierno, repite el mismo error.

El Gobierno de Daniel Ortega no ha ordenado el cierre de las fronteras, como si lo han hecho otros países centroamericanos; no ha suspendido las actividades masivas; y tampoco ha recomendado el aislamiento social.

“Nicaragua no ha establecido ni establecerá, ningún tipo de cuarentena. Si se presentan casos con sintomatología respiratoria y con nexo epidemiológico, se ingresará a esa persona, o personas, a una unidad de salud para su estudio y seguimiento”, afirmó la ministra de Salud, Carolina Dávila, a finales de febrero.

La revista Niú enlistó estos y otros errores que ha cometido el Gobierno, para frenar la curva de expansión que el  coronavirus podría marcar en el país.

1. Marchas y visitas casa a casa

Poster de invitación a la marcha «Amor en tiempos del covid-19».

La principal recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), para detener la propagación del coronavirus, es evitar las aglomeraciones, ya que se transmite fácilmente. Sin embargo, tres días antes de que el Gobierno confirmara el primer caso de covid-19, la vicepresidenta Rosario Murillo anunció una caminata multitudinaria.

“Vamos a estar caminando con la fuerza de la fe y la esperanza en todo el país, en solidaridad con todos los pueblos, familias y hermanos del mundo entero que están enfrentando está pandemia. Amor en tiempos del covid-19”, dijo.

Días después, el Gobierno ejecutó una campaña de sanidad, que consistió en visitas casa a casa de personal del Ministerio de Salud (Minsa), simpatizantes orteguistas, trabajadores estatales y hasta oficiales de la Policía Nacional. Estos visitaron, según Murillo, 6529 barrios, comarcas y comunidades del país, en las que habitan 736 471 familias. Los visitantes no cumplieron las medidas básicas de protección, como el uso de cubrebocas.

2. No a la cuarentena

Las autoridades nicaragüenses han informado en varias ocasiones que no llamaran a cuarentena. Carlos Herrera | Niú

Cuatro meses después de que se confirmara el primer caso de covid-19 en el mundo, las naciones saben con certeza que la única medida para detener la propagación de la pandemia es el aislamiento social y el lavado frecuente de las manos. Sin embargo, Gobiernos como el de Nicaragua, México y Brasil alientan a sus ciudadanos a seguir su vida normal, a dar besos y abrazos.

Ante esta inacción de parte de las autoridades nicaragüenses, decenas de negocios, que incluyen bares, restaurantes, tiendas comerciales, cines y gimnasios, decidieron cerrar operaciones para tratar de prevenir la propagación del nuevo coronavirus. Lo mismo hicieron algunos colegios y universidades privadas, quienes cambiaron a modalidad virtual. Incluso, algunas empresas ya implementan el trabajo remoto. Esto ha provocado una disminución significativa del tráfico de la capital, y de personas en los centros comerciales.

3. Promoción al turismo

Niños y adultos jinoteganos durante la inauguración del parque acuático Apapuerta de Xinotecatl. Tomada de El 19 Digital.

Aun cuando oficialmente hay cuatro casos confirmados de covid-19 y seis sospechosos, el Gobierno sigue promocionando las actividades turistas de Semana Santa, inaugurando parques acuáticos, armando carnavales y recibiendo cruceros con turistas.

“Hasta el momento hemos recepcionado 85 opciones turísticas para que las familias y turistas recorran y disfruten la tierra de lagos y volcanes, próximamente en nuestras redes sociales y páginas web publicaremos una cartelera con toda esa información”, anunció Félix Sánchez, responsable de Promoción Nacional del Instituto Nicaragüense de Turismo, Intur.

Según una nota publicada en el sitio web de esta institución, el Minsa les habría trasmitido las medidas que deben acatar si sospechan de algún caso de covid-19, o si reciben turistas de países donde está el virus. Pero no detallan cuáles son.

Solo en este mes, la vocera del Gobierno celebró la llegada al país de los cruceros Rotterdam y Seven Seas Splendor, con centenares de personas de varios países. “Bienvenidos hermanos del mundo a esta Nicaragua bendita, siempre libre y siempre llena de esperanza, fe y solidaridad”, dijo Murillo.

4. No cerrar fronteras

Copa Airlines, Avianca, American Airlines, Delta Airlines, United Airlines y Spirit Airlines suspendieron vuelos hacia y desde Nicaragua. Cortesía | Niú

El Gobierno de Ortega se rehúsa a cerrar las fronteras nicaragüenses, a pesar que los países vecinos, Honduras y Costa Rica, ya tomaron esa decisión. Los hechos apuntan a que las autoridades sobreponen el impacto económico, que generaría el aislamiento del país, ante los daños a la salud. Pues, este es el tercer año que Nicaragua sufre de recesión tras las protestas cívicas de 2018.

Los cuatro casos confirmados de nicaragüenses “fueron importados”, es decir, que se contagiaron fuera del país. Esto ha sido destacado como positivo por Murillo. Sin embargo, el Estado obvia que de haberse cerrado las fronteras, las posibilidades de contagio se habrían reducido.

A pesar de esto, el tráfico aéreo en Nicaragua se ha reducido. De las nueve aerolíneas comerciales que operan en el país, seis suspendieron sus vuelos, como medida de prevención. Actualmente solo vuelan Covinsa, Aeroméxico y Aruba.

5. No uso de tapabocas

Algunas personas qeu trabajan en los hospitales han denunciado que está prohibido el uso de cubrebocas. Carlos Herrera | Niú

Aunque el uso de cubrebocas es recomendado solo para los ciudadanos que presenten síntomas de gripe o personas que tengan contacto con ellos, como los médicos y enfermeras; las autoridades del Gobierno de Nicaragua decidieron prohibirla para no alarmar a la población, según ha denunciado personal de la salud.

“La orden de la dirección es no usar mascarillas para ‘no alertar’ a pacientes. Sin embargo, médicos y enfermeros no están de acuerdo y piden la mascarilla N-95”, denunciaron ante el periodista Wilfredo Miranda de Confidencial.

6. Secretismo vs. información pública

La vice presidenta y vocera del Gobierno, Rosario Murillo, es quien ha informado las medidas que estarían tomando como nación para prevenir la propagación de la pandemia.

En Nicaragua la información sobre la pandemia ha sido limitada. Las autoridades se vieron obligadas a compartir información después que se filtrara un documento oficial llamado “Protocolo de Preparación y Respuesta ante el Riesgo de Introducción de Virus Coronavirus”, elaborado por el Minsa en febrero 2020.

Esto, sumado con la inacción de las autoridades, ha provocado incertidumbre entre los nicaragüenses, que ven cómo en otros países enduren las medidas para evitar la propagación de la pandemia y hay información pública sobre el estado del virus en el país.

La información sobre cuántas pruebas de covid-19 se han realizado es ambigua, el secretario general del Minsa, Carlos Sáenz, dijo en una entrevista con Canal 10: “Pueden andar alrededor, no te podría decir, andaba como, más o menos unas 200”. Incluso, Murillo dijo este domingo que existen lugares de aislamiento, pero no se dirán dónde son.

“Es que preferimos que ese aislamiento se dé en lugares que no se conozcan inclusive para que la persona no sufra de esas actitudes (de discriminación) que a veces los seres humanos tenemos casi siempre por temor», dijo.

7. Divulgar información sensible de los pacientes

Aunque la vocera del Gobierno afirma que “la privacidad no solo es una norma, una regla, sino también que una protección para estas personas (pacientes de covid-19)”, lo cierto es que ella divulgó información sensible que violó los derechos humanos del segundo caso confirmado. Pues al momento de revelarlo públicamente enfatizó en que esta persona era portadora de VIH.

Esto transgrede la Ley 820 o Ley de Promoción, Protección y Defensa de los Derechos Humanos ante el VIH y Sida, para su Prevención y Atención, que en su articulo 12 establece que “es de obligatorio cumplimiento para las autoridades con cargos administrativos en instituciones públicas y privadas, garantizar la confidencialidad de las personas con VIH y en condición Sida”.