Cultura

Novela negra, un exitoso plan de “resistencia” de Francely Navarro
Francely Navarro
Francely Navarro EFE/ Jorge Torres | Niú

La periodista y escritora, Francely Navarro, retrata la violencia hacia las mujeres desde otra perspectiva, en la obra "Historias dispersas"

     

En un contexto en el que cada día más mujeres sufren todo tipo de violencia, una joven periodista, escritora y defensora de los derechos humanos encontró en el género de “novela negra” un plan de “resistencia”. La obra, “Historias dispersas”, ya ganadora de un prestigioso premio internacional, reúne historias de mujeres que pasan de un círculo de violencia a defender su integridad. A resistir.

Navarro, ganadora del X Certamen Literario internacional Ipso Facto Diciembre 2020 con una compilación de 11 cuentos, muestra en su más recientes obra, a mujeres que caen en problemas pero los enfrentan y los superan, que no se sienten menos que los hombres, que defienden sus derechos, “resisten”.

“En los cuentos con que recibo el premio hay muchas mujeres que se defienden, son mujeres que pasan un círculo de violencia, que viven y padecen esto, y son mujeres que llegan a trascender, a defender su integridad, y es parte del consuelo que yo misma doy, de ver y recrear personas valientes, historias donde se prueba mucho la resistencia”, dice a Efe Navarro.

A primera vista puede parecer difícil dar consuelo a través de relatos crudos de asesinatos, traiciones y otros artificios del estilo de novela negra o policíaca, sin embargo, el premio llega cuando “la mujer se defiende” o hace justicia, sostiene.

La autora de 26 años explica que su “arsenal” literario, que mezcla “descripciones bastante fuertes, asesinatos, venganzas”, con la protesta y emancipación de las personas, en especial de las mujeres, se ha ido nutriendo con el tiempo.

La clave fue su experiencia como periodista de temas policiales, la investigación y redacción de crímenes históricos de Nicaragua, para después formar parte del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), en medio de la peor crisis sociopolítica del país en décadas.

Indignación ante la violencia

“Las historias que he escrito meramente tienen que ver con sucesos (policiales), sucesos que inclusive cubrí en mi estancia en La Prensa o en el periódico Hoy, llegar aquí (Cenidh) fue algo buscado, me gusta mucho el aprendizaje en temáticas de derechos humanos, en esa humanización de toda mi persona, porque aquí te enseñan a indignarte”, resalta.

Insiste en que el sentimiento de indignación que da el activismo “es muy necesario en la escritura también».

«Vengo de una escuela en la que tenía que graficar violencia, con el tema de grandes crímenes, pero aquí te das cuenta de la otra cara”, detalla.

Así lo demuestra en algunos de sus cuentos, uno de los cuales muestra cómo una protagonista deja de ser sumisa cuando toca fondo en un circo, y en otro el personaje principal se enfrenta a las trampas de Satanás. Incluso en sus más recientes poemas, con menos sangre pero igual de “negros”, se muestra la indignación, pero también la resistencia, ante la crisis local.

“Ese simbolismo es la manera de acariciar una realidad que sigue doliendo mucho, de cómo dar un poco de consuelo a través de las palabras a tantas víctimas, entonces viene la poesía y me da esa oportunidad, de no hacerlo directamente, hablarlo o mencionar nombres, pero sí, ese sentimiento plasmarlo en la poesía”, subraya.

Una vez más, el consuelo de Navarro no llega entre caricias y rosas, sino envuelto en palabras de dignidad.

“Pero yo creo que al final de cada historia, pese a toda la violencia gráfica que hay ahí, hay un mensaje, de sublevarse, defender sus derechos, sus posturas (…) el mensaje es que no haya temor”, insiste.

Al final, la autora recomienda lo que ella misma hace: “escribirlo todo sin esos tapujos, esas cortinas, hay que decirlo, es lo que uno siente, a través de la palabra, de la poesía, de la narrativa, de la música, de todas las artes, resistir, esa es la vinculación más directa, más perfecta, y es la parte que nos toca, es nuestra tarea, creo yo, resistir a través de lo que nos apasiona”.