«A doce meses del primer día en que la Nicaragua de todos se cansó para gritar por democracia, justicia y libertad les saludo y les felicito por seguir en la lucha desde sus posibilidades y espacios (…) hay que seguir en la lucha, no podemos descansar, ni desfallecer cuando ya nuestra Revolución está por triunfar», escribió el estudiante Byron Estrada una carta el pasado diez de abril.
El texto que salió desde la prisión, donde se encuentra el universitario leonés, llevaba la petición de que fuera publicada el 19 de abril, cuando se cumplía un año de los primeros asesinatos de la dictadura de Daniel Ortega contra los manifestantes.
Aunque en las cárceles de Nicaragua los presos políticos tienen menos derechos que los reos comunes según denuncias de sus familiares, las cartas que ellos han enviado desde la prisión no son para quejarse y raras veces para denunciar los abusos que sufren estando encerrados. En una serie de misivas escritas por prisioneros políticos pueden leerse mensajes de aliento para quienes están fuera de la prisión y resisten ante la dictadura.
Carta de Byron Estrada desde la prisión en la que pide seguir en la lucha desde todos los espacios. #SOSNicaragua pic.twitter.com/3c7QXLiHig
— Yader Luna (@Lunacero) 22 de abril de 2019
En una de sus cartas anteriores, que mandó desde la cárcel Modelo, Estrada sentenció que continuará “exigiendo libertad”. En el escrito, el joven expresó la melancolía que siente estando encerrado pero “sin perder la esperanza” que tiene al saber que la población “no se ha rendido” ante la represión de la dictadura.
Más allá del mensaje explícito en la carta de Estrada, el abogado de la Comisión Permanente de los Derechos Humanos (CPDH), Pablo Cuevas, ve implícito en esas líneas el mensaje de una persona que “no quiere estar invisibilizada”, que desea que “su voz sea escuchada”, aunque esto signifique “un sacrificio porque tenemos información de que algunos de ellos son atrapados (descubiertos) y sometidos a castigos brutales”.
Desde La Esperanza
En cárcel La Esperanza la historia es similar, una de las últimas cartas que salió de ese penal fue escrita por la presa política Irlanda Jerez y va dirigida al juez orteguista Edgard Altamirano. En la misiva Jerez reclama al judicial por haberla condenado “sin pruebas” a cinco años de prisión y por imponer a los campesinos Medardo Mairena y Pedro Mena, condenas que ni siquiera existen en el Código Penal de Nicaragua.
“Me tienen presa y soy libre, mientras que usted es prisionero de su maldad, de un pensamiento retorcido y perverso, preso de obedecer porque si no se queda sin dinero, preso de ambición”, reclamó la prisionera política.
Para la defensora de Derechos Humanos, Vilma Núñez, los presos políticos se han ganado a pulso la potestad para reclamar y exigir cuando consideran que no está procediendo de la forma correcta, ya que “estar presos no es solo por estar ahí, eso tiene un significado, ellos se sienten actores de esta lucha y es lo que revelan (en sus cartas) y es además un estímulo y un ejemplo muy grande para los que estamos afuera”, dijo.
Siguen luchando
Un escrito filtrado por los presos políticos Alfonso Morazán, quien fuera fundador el Ejército Popular Sandinista y el comandante Contra Noel Valdez Rodríguez, insta al dictador Daniel Ortega a buscar una solución pacífica para la crisis sociopolítica que vive el país.
“En estos momentos difíciles que atraviesa el país es impostergable la búsqueda de soluciones para la paz de las familias y pueblo nicaragüense. Todo Gobierno tiene la obligación de hacerlo y nosotros… como ciudadanos: el deber de exigirlo. El actuar con prepotencia y arrogancia gubernamental no es una actitud de liderazgo, más bien es una demostración de menosprecio a los intereses generales al sobreponer los intereses personales, de familia y partidistas”, dice el escrito.
Núñez, además, ve en esas cartas un método utilizado por los presos políticos para decirle a la ciudadanía que “su estadía en la cárcel es su aporte a la lucha” contra la dictadura en Nicaragua.
“El mensaje que ellos transmiten es de que siguen en lucha, de que están luchando, que no los tienen dominados. Además es una reivindicación de que su estadía en la cárcel es un aporte a la lucha, pero además es una forma de hacerle un llamado a los que estamos afuera de que si ellos que están adentro son capaces de resistir nosotros también”, señaló Núñez.
De la cárcel también han salido reclamos a la sociedad civil, durante la Navidad pasada los presos políticos pidieron mayor beligerancia al sector empresarial en la lucha cívica.
“El pueblo nicaragüense exige y demanda por el bienestar del país y ante las sanciones que se avecinan; la participación más activa del sector privado, el cual tiene una responsabilidad social; deber que debe asumir para resolver la crisis que atravesamos”, dice el escrito firmado por varios presos.
Expresan su valentía
Las cartas también evidencian del talante de presos políticos como Amaya Coppens, quien en uno de sus escritos dejó claro “no me arrepiento y tengo la conciencia limpia, el precio que estoy pagando es insignificante comparado con el que tuvieron que pagar muchas familias nicaragüenses. Estoy encerrada, pero estoy bien, y más segura de mi lucha y decidida a seguir en resistencia”, escribió Coppens.
El estudiante universitario Nahiroby Olivas ha sido otro de los que ha mandado cartas desde el encierro que vive. En el último texto que pudo mandar recordaba que el 19 de abril nació la fuerza de la lucha que trajo «dolor, lágrimas, sufrimiento y desesperanza».
Carta del universitario, Nahiroby Olivas, desde la prisión en la que pide no llorar, si no mantenerse en pie en la lucha cívica contra la dictadura. #SOSNicaragua pic.twitter.com/lUifunTiQv
— Yader Luna (@Lunacero) 22 de abril de 2019
«Aún así no es tiempo para llorar, no ha sido tiempo para llorar, es tiempo para seguir de pie, para no olvidar, es tiempo de luchar», escribió en el breve texto.
Brenda Gutiérrez, del Comité Pro Liberación de los Presos Políticos, explicó que las primeras cartas de los presos políticos eran con el ánimo de denunciar los abusos sufridos, pero en los últimos meses las misivas de los reos “muestran ánimo y positivismo. El mensaje que ellos están mandando es a seguir en la lucha hasta que el régimen se vaya”, dijo.
Desde la cárcel piden a Ortega “soluciones para la paz”.
Una de los primeros escritos que salió de la prisión fue redactado por el líder campesino Medardo Mairena, quien denunció los abusos que sufre en la cárcel La Modelo donde “las celdas están en malas condiciones, no hay luz, los servicios higiénicos están dañados, las ventanas que son para que entre el aire las han cerrado, nos tienen como si nos estuvieran horneando”, dice Mairena.