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Sergio Ramírez dedica el Cervantes a los asesinados y a los jóvenes que siguen luchando

Sergio Ramírez Cervantes

El escritor Sergio Ramírez dedicó hoy el Premio Cervantes a "la memoria de los nicaragüenses que en los últimos días han sido asesinados en las calles por reclamar Justicia y Democracia". Foto: EFE

«Permítanme dedicar este premio a la memoria de los nicaragüenses que en los últimos días han sido asesinados en las calles por reclamar justicia y democracia, y a los miles de jóvenes que siguen luchando, sin más armas que sus ideales, porque Nicaragua vuelva a ser República». Así empezó Sergio Ramírez su discurso al convertirse en el primer centroamericano en recibir el Premio de Literatura en Lengua Castellana Miguel de Cervantes.

Con un lazo negro en la solapa de su esmoquin, Ramírez aseguró que escribe «entre cuatro paredes, pero con las ventanas abiertas, porque como novelista no puedo ignorar la anormalidad constante de las ocurrencias de la realidad en que vivo». El escritor reconoció que «cerrar los ojos, apagar la luz, bajar la cortina, es traicionar el oficio. Nuestro oficio es levantar piedras, decía Saramago; si debajo lo que hallamos son monstruos, no es nuestra culpa». 

Y es que Ramírez no ha permanecido ajeno a la situación que sacude a Nicaragua: más de una veintena de muertos y más de 100 heridos, después de casi una semana de protestas. Lo decía en un tuit: Me sumo al reclamo y junto con miles de nicaragüenses, que forman la inmensa mayoría del país, exijo el cese de la violencia, que se libere a los presos, que se de cuenta de los desaparecidos y que no se siga asesinando a la gente indefensa.

Tras recibir la medalla y la escultura acreditativa del premio de manos del rey Felipe VI, el novelista entonó su discurso que empezó con el canto a los jóvenes y luego con los lazos que unen a Miguel de Cervantes y Rubén Darío, esto último ya lo había definido antes de viajar a España.

A su llegada hoy al paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid), donde se celebra la solemne ceremonia de entrega del Cervantes, Ramírez señaló que lo modificaría para hacer una mención a la situación en su país.

El escritor acudió acompañado por sus tres hijos, sus ocho nietos y su esposa Tulita. Con ella se declaró en deuda:

Tulita, mi esposa, a quien debo en muchos sentidos mi oficio. Así como, mejor novelista que yo, ha inventado mi vida. Y junto con ella, lo que debo a mis hijos y nietos, presentes todos aquí, mi prole de la primavera del patriarca, de la que me siento tanto orgulloso como dichoso.

Presidido por los reyes de España, al acto también asiste el ministro de Educación, Cultura y Deporte de España, Íñigo Méndez de Vigo, que en su intervención hizo referencia a los sucesos de Nicaragua y aseguró que «el español es libertad, desde Cervantes a Sergio Ramírez«.

«En estas horas difíciles toda España lleva a Nicaragua en su corazón», agregó el rey Felipe VI.

Ramírez, ganador del máximo galardón de las letras en español, participó el domingo en Madrid en una concentración en la Puerta del Sol para reclamar el fin de la «represión insostenible» que se está viviendo en Nicaragua.

Explicó que había acudido para «solidarizarse» con su pueblo, que ha demostrado -subrayó- «tener la valentía suficiente para protestar para que le devuelvan la libertad y democracia confiscadas».

Con información de EFE