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Soltar la comezón y resistir

Cortesía | Niú

Cuando entro a mi mente, es decir, cuando medito, aveces me sucede que me da comezón en un cachete, se me sube una hormiga al brazo, un pelo roza la ceja o se me entume un pie. Me entran unas ganas terribles de rascarme y acabar con la comezón.

Sentada en un cojín en el suelo con la espalda recta y los ojos cerrados por 20 minutos respirando conscientemente ya es un gran esfuerzo. Entonces tengo dos opciones: me rasco o resisto. Como dice una vieja canción I´m only human (1) y a veces me rasco o sacudo a la hormiga para que caiga patas arriba lejos de mí, pero otras veces opto por resistir.

Cuando resisto a algo tan simple como una comezón estoy entrenando mi tolerancia y mi fortaleza interior. Cuando algo nos pica, nos estorba o nos corrompe la vida, tendemos a dedicarle toda nuestra atención y lo que es peor, toda nuestra energía hasta que nos desgasta. Pero si yo decido conscientemente colocar mi atención en otro sitio, esa picazón se va desvaneciendo hasta desaparecer. Así sucede con todo.

Este ejercicio me ha demostrado que yo decido dónde quiero colocar mi mente y que no soy un globo al viento. Pero ok, ¿es fácil? NO. Resistir a algo que estorba es difícil. Entonces ¿por qué debo resistir? simplemente porque muchas veces no podemos cambiar el mundo exterior, pero sí podemos cambiar el mundo interior.

Entonces me pregunto si resistir es la mejor palabra. O si hay otra para describir eso que hago con la comezón. Si resistir me lleva a sentir tensión, pero yo más bien quiero desvanecer la comezón, quizá la palabra correcta sea SOLTAR.

Soltar es como decir: estás ahí pero ya te podés ir; te libero; ya no te necesito; gracias por tu enseñanza; vete y transfórmate en otra cosa.

«Aunque el COVID19 asfixia,
estamos a tiempo de aprender a respirar».

El coronavirus es una comezón bien incómoda, nos ha generado encierro, distancia, miedo, incertidumbre, ansiedad, duelos y cuanta emoción se nombre. Pero si logramos poner nuestra atención en otras actividades podemos reducir esas emociones pesadas.

Cortesía | Niú

Necesitamos soltar para resistir

Esto no significa que seremos apáticos al entorno, no significa que voy a bailar y hacer pasteles todo el día sin que me importen las fatalidades que ocurren. Significa que podré sobrellevar la realidad pero sufriendo lo menos posible.

En meditación la técnica que yo empleo para soltar la comezón es inhalar y exhalar. Cuando inhalo atendiendo el recorrido del aire que pasa por mi nariz, baja por mi tráquea, infla mi panza, luego los pulmones y el pecho. Al exhalar desinflo primero la panza, luego los pulmones y siento la salida del dióxido de carbono. Al inhalar me nutro, al exhalar me limpio.

Pasa el tiempo, un minuto, dos o no sé cuántos. Me sorprendo cuando la comezón se reduce hasta ser imperceptible y entonces me vuelvo a sentir a gusto conmigo misma, aunque sé que otra comezón puede saltar y deberé repetir el ejercicio.

En meditación practicamos el soltar. Soltamos el miedo y la felicidad, todo. No nos quedamos con nada. Porque todo es temporal: lo bueno, lo malo, la salud y el Covid, son temporales. Lo único constante en este plano de vida es el cambio, por ello vale la pena estar fuertes por dentro.

Tu eres el cielo, todo lo demás es solo el clima.

You are the sky, everything else is just the weathear (Pema Chödrön)

Si necesitas técnicas de relajamiento, respiración o meditación me podes escribir a mi email: nicaurbana@gmail.com o te suscribes a mi página de Instagram @yoganidranicaragua

¡Gracias por leer! te dejo este vídeo que te enseña una respiración para relajar: Respira para relajar

NOTAS:
(1) Solo eres un humano. Canción de Billy Joel, 1985: YOU´RE ONLY HUMAN DE Billy Joel
(2) Pema Chödrön, monje budista.