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El expresidente Jimmy Morales termina su mandato en medio de huevos, protestas y acusaciones de corrupción.
Un grupo de estudiantes guatemaltecos casi impidieron el 14 de enero que el expresidente Jimmy Morales se convirtiera en diputado del Parlamento Centroamericano y obtuviera inmunidad.
En las afueras de un hotel de la Zona 13 de Ciudad de Guatemala, Morales pretendía entrar custodiado por policías para ser juramentado, pero no pudo en el primer intento. Le llovieron huevos. Quienes se los tiraban eran, en su mayoría, estudiantes.
A su segundo intento, las fuerzas policiales reaccionaron con violencia y permitieron la entrada del exmandatario, señalado por casos de corrupción. A eso de la medianoche, Morales se convirtió en diputado del Parlacen y, por lo tanto, mantuvo su inmunidad. La noche terminó con al menos seis estudiantes agredidos y detenidos, que fueron liberados por un juez al día siguiente, tras no encontrar pruebas suficientes.
Lo que sí quedó en evidencia fue el rechazo de los estudiantes y la promesa de que ellos, junto a otros sectores, seguirán en la lucha contra la corrupción.
¿Qué impidió que Morales superara los obstáculos?
Sergio Moratoya, estudiante de la Universidad de San Carlos, expresó que uno de los impedimentos por los que la protesta no logró su cometido fue la poca acción de la Fiscalía.
“La inactividad y la inoperancia del Ministerio Público fue trascendental, porque se entregaron varias cartas de varios colectivos donde se le exigía a la fiscal general (María Consuelo Porras) que actuara después de que Jimmy Morales entregara el cargo”, relató Sergio desde Guatemala.
Otra de las razones fue el despliegue desproporcional que custodiaba el hotel donde el expresidente sería juramentado a última hora.
Para muchos, Morales ha dejado un legado siniestro, plagado de casos de corrupción y un país con altas tasas de desnutrición. Entre las acusaciones que se le imputan al expresidente está la de financiamiento electoral ilícito para su campaña presidencial del 2015.
Pero la mancha más grande de Morales tras su presidencia es, para algunos, la expulsión de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig). El 7 de enero de 2019, dio una conferencia de prensa en la que anunció la decisión de no renovar el mandato de la Comisión, y que le daba un día a los fiscales para que abandonaran el país.
El panorama para guatemaltecos como Sergio no es nada alentador. Alejandro Giammattei, el actual presidente, intento tres veces ser presidente, y lo logró a la cuarta. De tintes conservadores, ha dicho públicamente estar en contra del aborto y del matrimonio de personas del mismo sexo. Entre sus promesas en materia de seguridad, está reactivar la pena de muerte para hacerle frente al crimen.
Entre 2005 y 2007 fue director del sistema penitenciario y en ese lapso sucedió el hecho más polémico de toda su carrera: el asesinato de siete reos durante la Operación Pavo Real, efectuada para tomar el control de la Granja Penal Pavón. Tiempo después, el Ministerio Público y la Cicig determinaron que había sido una cortina de humo para ocultar una operación de limpieza social. En 2010 pasó diez meses en prisión, hasta que un juzgado cerró el caso.
Toma con atraso
La cancillería de la Administración de Morales Cabrera, a cargo de la organización de la ceremonia del traspaso de mando, confirmó el domingo la presencia de 12 jefes de Estado y 50 delegaciones este martes.
Sin embargo, finalmente serían solo seis los presidentes que llegaron a Guatemala para felicitar a Giammattei Falla.
Los gobernantes de Honduras y El Salvador, Juan Orlando Hernández y Nayib Bukele, respectivamente, arribaron el pasado lunes a Guatemala, al igual que su colega colombiano, Iván Duque, quien aterrizó en el aeropuerto internacional La Aurora al filo de la medianoche.
Danilo Medina, de República Dominicana y Laurentino Cortizo, de Panamá, llegaron a Guatemala el martes, horas antes de la ceremonia, de la misma manera que el mandatario de Ecuador, Lenín Moreno.
El acto de toma de posesión inició con varias horas de retraso y empezó casi al final de la tarde cuando arribaron al lugar el presidente electo y el saliente, Jimmy Morales Cabrera.
Tras su posesión, una de sus primeras decisiones de Gobierno fue romper relaciones con Nicolás Maduro, y reconocer a Juan Guiadó como presidente interino de Venezuela. (Con información de EFE)