En pantalla
A un día del capítulo final, muchos de los fans nicaragüenses de “Game of Thrones” esperan con ansias el desenlace de sus ocho temporadas. Aunque el invierno por fin llegó, la situación se calentó bastante en la recta final de la popular serie.
No en vano Game of Thrones ha batido gran cantidad de récords a nivel mundial desde su estreno en 2011 y ha sido catalogada como “la serie más épica de todos los tiempos”. Se transmite en 207 países y se filmó en diez, entre ellos: Irlanda del Norte, República de Irlanda, Marruecos, Malta, España, Croacia, Islandia, Estados Unidos, Canadá y Escocia.
En Nicaragua, pese a vivir más de un año de crisis sociopolítica, sus fans esperan con ansias ver quién se queda con el Trono de Hierro, en una serie que está basada en la heptalogía de libros de George R.R. Martin, conocida como Canción de hielo y fuego. La trama política ha sido incluso comparada con la realidad nicaragüense.
Niú habló con fans de la serie, para conocer cómo han vivido estos años siguiéndola, los aprendizajes que pueden sacar de ella y las expectativas que tienen sobre el final.
Una serie sobre el poder
Está claro que Juego de Tronos ha sido un fenómeno mundial, que incluso los críticos no han podido encasillar en un género específico, ahí hay de todo: amor, odio, muerte, incesto, dragones, muertos vivientes, pero sobre todo, ansias de poder.
“Recuerdo que cuando vi el primer capítulo amé el hecho de que la serie mostraba abiertamente temáticas crudas y reales de la política y el manejo social de los pueblos. Fue fascinante escuchar diálogos cargados de tanta sabiduría y la pluralidad de personajes que representan a todos los niveles de la humanidad. Era entender el “poder” desde todos los puntos de vista”, comenta Argeomar Rojas, quien comparte su pasión por la serie principalmente con su novio.
Rojas, en su análisis de la serie, rescata aspectos positivos que aplica día a día a su vida, pues no solo sigue la serie desde hace cuatro años, sino que en los “tiempos muertos” de la serie, es decir en los meses e incluso los casi dos años que tuvo que esperar para el estreno de la última temporada, ha dedicado mucho de su tiempo a ver nuevamente los capítulos anteriores, con el objetivo de analizar mejor los personajes tan complejos como Meñique y la trama tan intrincada de esta historia.
Lo que más les gusta
“Juego de tronos ha logrado mantener una trama impredecible. Desde la primera temporada, cuando pensabas que distintas personas iban a ser quienes se sentaran en el Trono de Hierro, pero luego iban muriendo uno a uno. Me gusta que tiene personajes de mujeres fuertes en medio de la dureza de los temas que tocan”, cuenta Hazell Flores, quien sigue la serie, desde hace dos años.
A Fernando Quintero, odontólogo y pintor, le gusta la facilidad que tiene en “quitarle” personajes a los fanáticos. “Elegís a un personaje como bueno y repente te lo arrebatan. Te quedás como: ¿Whaaaaaaat?????. Y me gusta aún más la evolución de los personajes: verlos como despreciables, luego encariñarse con ellos y preocuparse de lo que le ocurrirá en el transcurso de los capítulos. Y algo que debo reconocer son los diálogos, fotografía, bandas sonoras que son espectaculares”, dice el fan.
“En todo este tiempo, son demasiados aprendizajes que me ha dejado ver Juego de Tronos. Por ejemplo: Que la vida menos provechosa es aquella que se vive desgastándose en batallas innecesarias y que no confronta las verdaderamente importantes. Que no existen los buenos y los malos. Y que el poder es poder. Los pueblos luchan, claman, pelean, se desgastan, a veces tienen victorias; pero el poder está en manos de unos cuantos. Y esos ‘cuantos’ se fortalecen a través de esos muchos. Paradoja, pero verdad”, detalla Rojas.
Lo comparan con la realidad nica
“No existe mejor ejemplo de similitud que el escenario de nuestro contexto político nacional actual. Ver Game of Thrones es como revivir la historia de Nicaragua en los últimos cuarenta años, y sobre todo, el pasado reciente de los últimos trece meses. Nuestro pueblo ha jugado el papel de esos siete reinos y un solo trono, el cual ha sido ocupado por líderes de todo tipo, pero en su mayoría tiranos y corruptos, donde el bienestar del pueblo es el menor de sus intereses. Eso sin mencionar la cantidad de aliados y mercenarios que han coadyuvado a la perpetuidad de éstos”, asegura Rojas.
Y según Quintero, la serie es un reflejo de nuestra realidad, y cómo se normaliza una violación, asesinato, traiciones y mentiras. “Es algo que existe en nuestro mundo y te muestra que las decisiones correctas son duras, las malas han tenido un castigo muy fuerte y hacer lo correcto a veces no termina bien”, asegura.
Por su parte Hazel Flores, añade que esta serie “tiene muchos mensajes fuertes sobre lo destructivo que puede llegar a ser el poder, sobre cómo las personas se usan unas a otras para poder obtener algo que es tan volátil como eso. Cómo las personas se creen «elegidas» para reinar (te hablan Daenerys) y por esa creencia son capaces de destruir ciudades enteras, sin importarles las personas a quienes gobiernan. Eso se asemeja mucho con nuestra realidad”, dice.
“Seguiré viendo la serie una y otra vez. Creo que GOT no se reduce a una serie como tal, sino a una cultura que trasciende la pantalla de TV. No dudo en el futuro se produzcan películas o más literatura al respecto”, considera Argeomar. Buenas noticias, ya hay cinco spin offs confirmados, para empezar.