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Para algunos especialistas, el traslado del cocodrilo fue una decisión "desesperada", pues habían otras opciones a evaluar
El cocodrilo del lago Xolotlán, apodado en las redes sociales como «Juancho», fue trasladado de su hábitat natural a un lugar aún desconocido. Las autoridades del Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (Marena), declararon que el reptil sería llevado al Zoológico Nacional. Sin embargo, los encargados de dicha institución afirmaron a medios locales que el animal no estaba allí y que tampoco sería posible albergarlo.
La página de Facebook Organización Nicaragüense Ambiental, publicó la denuncia en su perfil y de esa manera se hizo viral.
Los usuarios en las redes sociales se mostraron indignados porque el animal, que no representaba un peligro para los turistas hasta que se estableció un negocio de motos acuáticas en el lago, fue extraído de su entorno y llevado a cautiverio. Según el biólogo marino, Fabio Buitrago, este cocodrilo no es el único que habita en el Xolotlán y dicho manto acuífero ha sido el hogar de ellos durante años.
«La medida hasta cierto punto es correcta. Para evitar que el animal vaya a lastimar o que la misma gente vaya a lastimar al animal es mejor moverlo. Lo que no es correcto es llevarlo de un medio silvestre a un cautiverio. Lo lógico y correcto sería hacer un traslado a otro entorno natural donde pueda seguir siendo libre«, afirmó Fabio Buitrago a Niú.
Noel Martínez, médico veterinario, coincide con el biólogo marino: «Si viviéramos en un mundo ideal, lo mejor sería que fuera trasladado a una fuente de agua, lejos, donde pudiera vivir tranquilo y pudiera adaptarse sin ningún problema», dijo.
Para Fabio Buitrago, hay opciones más fiables y menos invasivas que un traslado: «Más bien lo que hubieran hecho es una especie de malla, para evitar que la gente se meta donde está el cocodrilo e incluso cobrar la entrada para que la gente pueda ver al animal. En lugar de mover al reptil porque nosotros queremos usar el espacio».
