Cultura

Docentes que enseñan a leer y escribir tienen una formación desfasada  
lectoescritura
Imagen de referencia.

La UCA presenta un estudio de lectoescritura, donde se analiza la formación inicial docente y el efecto en la calidad de la educación.

     

Poco material científico, desfase y falta de recursos intelectuales son algunas de las dificultades con las que se topan los docentes que enseñan a leer y escribir. Estas son algunas de las conclusiones del estudio Formación inicial docente para la enseñanza de la Lectoescritura, desarrollado por la Red para la lectoescritura inicial en Centroamérica y El Caribe (RedLEI), y presentado este 28 de noviembre por la Universidad Centroamericana (UCA). 

Se ha demostrado que Nicaragua puntúa por debajo del promedio regional en temas de desarrollo de competencias de lectura y escritura. Además, junto a Honduras son los únicos países que mantienen la educación docente en las normales, lo cual ha provocado un desfase en los conocimientos que adquieren los educadores nicaragüenses al ser formados para enseñar a leer y escribir. 

“No hay un enfoque teórico para el abordaje de la lectoescritura inicial y eso es determinante”, asegura el maestro Byron Delgado, director del Departamento de Español de la UCA e investigador. 

Los docentes no tienen conocimientos en áreas “fundamentales” de la lectoescritura, como la neurociencia, la grafomotricidad y teorías fundamentales que podrían estimular los procesos de enseñanza en los niños.  

El maestro Byron Delgado, presenta la investigación en la UCA. Cortesía | UCA

“Hay un fuerte énfasis en una formación basada en la codificación y decodificación, que son habilidades iniciales de una lectura incipiente. No se está apuntando a una formación para formar la comprensión lectora y oral”, asegura Delgado, autor del estudio desarrolló a nivel regional entre 2018 y 2019 y recoge evidencia acerca de la formación inicial docente en lectoescritura inicial en cinco países de Centroamérica. 

Impacto en la calidad de la enseñanza

La investigación identifica que los docentes tienen conocimientos generales acerca de la lectoescritura, que a la larga terminan impactando la calidad de la educación en sus etapas iniciales. Estas dificultades se presentan en deficiencias en la comprensión lectora y capacidad limitada para expresar ideas. Estudios posteriores de pruebas estandarizadas aseguran que este es uno de los mayores problemas en la educación básica en Nicaragua. 

“Un docente que egresa con problemas de formación no es un problema de un momento. Es un problema que se hereda de aquí a treinta años. El nivel de la calidad de un sistema educativo es el nivel de la calidad de sus docentes”, manifestó Delgado. 

Pero los problemas estructurales no quedan ahí. Se ha demostrado que la adquisición de estas habilidades influye, incluso, en la construcción de una democracia. 

La lectoescritura podría entenderse como la base para la adquisición de una conciencia del derecho”, explica Delgado. 

Problema latente

La Dra. Wendi Bellanger, Vicerrectora Académica de la UCA, estimó que este estudio muestra como la lectoescritura constituye la principal barrera que los estudiantes tienen que sobrepasar a lo largo de sus estudios, incluyendo su inmersión en las ciencias. 

“Los y las estudiantes avanzan en sus carreras, pero el problema de la lectoescritura persiste y se revela cada vez que redactan un ensayo en clases, es evidente en las monografías, más tarde en las tesis de maestrías y también en las de doctorados”, dijo la doctora Bellanger.

Para Bellanger, esta investigación que pone en evidencia uno de los problemas más serios de la educación en Nicaragua debe ser de utilidad para que los tomadores de decisiones puedan lograr cambiar el rumbo de la educación en el país.