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No hay ninguna duda, los emoticones llegaron para quedarse. Están por todos lados: en los mensajes de texto, en los mails, en las redes sociales. En gran medida, se han convertido en una herramienta habitual para expresar emociones de manera rápida y sencilla, principalmente a través de las plataformas de mensajería y redes sociales. Pero lo más curioso es que de los actuales diseños puede que usemos aproximadamente solo el 20 por ciento, pues hay demasiados ¡Centenares! Es imposible conocerlos todos, sobre todo teniendo en cuenta que algunos provienen de culturas diferentes (en especial la japonesa) y no significan nada para la gran mayoría de occidentales.

Pero, ¿qué conoces de ellos exactamente? Los emoji son pictogramas -símbolos pictóricos-, que se presentan típicamente en una forma colorida de la historieta y se utilizan en línea con el texto. La palabra emoji viene de los términos japoneses: 絵 (e ≅ imagen) 文 (mo ≅ escritura) 字 (ji ≅ carácter). Nacieron en 1998 en Japón y las tres principales compañías telefónicas los incluyeron en los SMS de sus móviles, pero solo se podían leer cuando se enviaban entre móviles japoneses. Todo eso ha evolucionado y hoy representan caras, clima, vehículos y edificios, comida y bebida, animales y plantas, o iconos que representan emociones, sentimientos o actividades. Estos se han vuelto extremadamente populares en todo el mundo. Incluso Instagram informó en 2015 que en marzo de ese año casi la mitad del texto de esta red social contenía emoji.

Unicode es el sistema que elige un emoticono nuevo –por ejemplo, la paella–, y luego cada empresa –Apple, Google, Twitter, Facebook Messenger, Windows–, diseña el icono para su servicio. Para el caso de WhatsApp esta usa los iconos diseñados por Apple.

Ahora bien, seamos sinceros, lo que más nos gusta es que los emoji son capaces de conectar con el lector y añadir sabor, color y emoción. En las redes sociales, los emojis compensan la falta de gestos, expresiones faciales y entonación que se encuentran en el habla. También agregan ambigüedad útil a los mensajes, permitiendo que el escritor transmita muchos conceptos posibles diferentes al mismo tiempo. Muchas personas también se sienten atraídas por el reto de componer mensajes en emoji y generar confusión a través de estos mensajes. Todo un mundo nuevo para comunicarse y expresar nuestra realidad… ¿O no?