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Estudiantes de tres universidades del país se manifiestan dentro de sus recintos contra el régimen de Daniel Ortega.
Tras el asedio en Masaya a un grupo de madres que permanecieron nueve días en huelga de hambre y el encarcelamiento de 16 activistas la noche del 14 noviembre cuando intentaban llevar agua a las personas que se manifestaban en la iglesia San Miguel, los estudiantes universitarios reavivaron las protestas en Nicaragua. Esta vez en tres universidades del país: la Universidad Centroamericana (UCA), la Universidad Americana (UAM) y la Universidad Thomas More. Y es, precisamente, con agua que encaran al aparato represivo del régimen de Daniel Ortega.
El 19 de noviembre, decenas de estudiantes de la UCA protestaron en uno de los portones del recinto frente a la Avenida Universitaria. El plantón pudo haber sido como uno de los tantos que han realizado los estudiantes desde la prohibición de las manifestaciones en las calles por la Policía Nacional, en septiembre de 2018. Pero el despliegue y el asedio marcó la jornada.
Más de 50 efectivos y al menos cinco patrullas de la Policía Nacional cercaron la zona de la Avenida Universitaria, hasta parar el tráfico a mediodía. Los jóvenes por poco cruzan la invisible frontera prohibida que han marcado las autoridades, los cuales permanecen diario del lado opuesto, en alerta a cualquier brote de rebelión que cruce los límites de la universidad. Una docena de antimotines se colocaron cara a cara de los manifestantes y sus escudos pegaron con el portón del recinto. La euforia –y la rabia— de los estudiantes terminó catalizada en chorros de agua y botellazos que le lanzaron a los antimotines. Uno de ellos tomó su escopeta e hizo ademán de usarla.
Los universitarios exigían la apertura de un canal humanitario a las madres en huelga y al padre Edwin Román que las acuerpaba. También pedían la liberación de los 16 activistas acusados por tráfico de armas. Los estudiantes gritaban vítores al sacerdote Román, por la labor humanitaria que ha desempeñado desde el inicio de la crisis sociopolítica, en abril de 2018. Y la frase “dejen pasar el agua” se convirtió en la nueva consigna.
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POLICÍAS QUIEREN ENTRAR A LA UCAPolicías quienes mantienen rodeada la universidad ante protestas en el interior por parte de estudiantes para la liberación de Presxs políticxs Quieren entrar a la universidad. Amenazan a los estudiantes y la tienen rodeada.#SOSNicaragua pic.twitter.com/DGPNxLO7kN
— Madelaine Caracas (@MadeCaracas) November 19, 2019
Este viernes 22 de noviembre la acción se volvió a repetir en la UCA. Decenas de estudiantes nuevamente se manifestaron dentro del recinto y mantuvieron sus exigencias. La solidaridad a Masaya fue el tema principal de la protesta, a tal punto de dos estudiantes bailaron una danza folclórica con máscaras de Monimbó, el barrio indígena y rebelde de la ciudad. La Policía nuevamente desplegó a sus efectivos y asediaron todas las entradas del recinto.
UAM y Thomas More se unen a las protestas
Los estudiantes de la UAM protestaron a lo interno de su recinto este miércoles 20 de noviembre. La manifestación inició en el parqueo del recinto y fue en respaldo a los estudiantes de la UCA, las madres en huelga de hambre y los 16 encarcelados por llevar agua.
Emociona ver a jóvenes protestar exigiendo democracia. Video de la protesta en la UAM. pic.twitter.com/XWKE61YNUS
— Yader Luna (@Lunacero) November 20, 2019
Un día después, los estudiantes de la Thomas More también se manifestaron dentro de su universidad. Estos focos de protestas surgen en universidades privadas, donde no existe un control partidario como el caso de las estatales, donde opera la Unión Nacional de Estudiantes de Nicaragua (UNEN), considerado como el brazo político del Frente Sandinista en los recintos públicos.
Plantón en la Universidad Thomas More. ¡Esto pica y se extiende!#SOSNicaragua pic.twitter.com/ktLEkx5gpZ
— Ricardo Zambrana (@Zambranitis) November 21, 2019
Ese mismo día, los estudiantes de la Universidad Politécnica (Upoli) planeaban realizar un plantón en el recinto, pero fue cancelado por el despliegue policial que inició desde tres horas de la manifestación.