La periodista Milú Zepeda tenía muchos planes antes del inicio de la rebelión cívica de abril. Ella y su esposo veían con esperanza cómo crecía el pequeño negocio de transporte nocturno de personal que heredaron del padre de ella.
Si bien tenían que desvelarse para cumplir sus compromisos, el matrimonio veía con optimismo el hecho de tener que alquilar (o prestar) vehículos para responder a la demanda, al punto que decidieron que era el momento de endeudarse para adquirir un automotor.
Lo intentaron una vez, y un banco los rechazó. Volvieron a pedir el préstamo, y volvieron a decirles que no. El 19 de abril, cuando todavía nadie suponía que el país estaba a punto de asomarse al abismo, ellos fueron por tercera vez, y por tercera vez les dijeron que no.
“Fue Dios el que hizo que nos rechazaran, porque si nos hubieran aprobado, ahora tendríamos una deuda de 600 dólares mensuales”, dice Zepeda explicando que no podrían cubrir esa obligación con el banco, porque el negocio de transporte cerró.
Retomar su emprendimiento
Mientras se preguntaba por qué, sus compañeros de trabajo y algunas de sus amistades personales le recomendaron retomar y ampliar Delipostres, el antiguo negocio que había dejado ‘enfriar’ ante el éxito repentino de su empresa de transporte.
Delipostres había nacido como un medio para obtener ingresos extra, en la época en que ella misma hacía de conductora en el negocio de transporte, pero lo dejó atrás al heredarlo, porque ahora tenía más ocupaciones… y más ingresos.
El proceso “fue difícil», pero asegura que le ayudaron las capacitaciones que recibió por parte de la Red de Empresarias de Nicaragua (REN).
Aunque admite “no quería regresar a Delipostres, pero tenía que ser así”, para recomendar que “si quieren ver un cambio positivo en estos tiempos de crisis, aprovechen los espacios y las capacitaciones que ofrece la Red de Empresarias de Nicaragua”.
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Capitación a mujeres
La organización Mujeres de Liderazgo y la REN realizarán este viernes 16 de noviembre, el foro “Los retos de las mujeres emprendedoras en tiempos adversos”, en el local de la Alianza Francesa, donde también se efectuará una feria para presentar productos elaborados por mujeres.
“La mayor parte de los negocios –en especial, los pequeños negocios- sufren reducciones drásticas, y hasta la posibilidad de tener que cerrar operaciones”, explica la periodista Gisella Canales, autora del blog ‘Dele Peso a sus Pesos’, entrevistada en el segmento Cuentas Claras, del programa de televisión Esta Noche, que se transmite por Canal 12.
Canales explica que más del 50% de los negocios se enfrentan a la posibilidad de su propia extinción, y si bien es cierto la crisis acecha por igual a hombres y a mujeres, son ellas las que tienen un riesgo mayor, en especial, cuando son madres, empresarias y amas de casa.
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“Muchas mujeres han perdido sus negocios, incluso muchas asociadas a la Red, lo que las ha obligado a reinventarse o a buscar nuevos rubros para poder seguir adelante. Lo bueno es que se apoyan entre ellas”, aseveró Milú Zepeda.
En el evento se presentarán los hallazgos iniciales de un estudio que desarrolla la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides), que muestra que la crisis ha afectado más a sectores económicos y pymes que tienen mayor presencia femenina, y que las restricciones al crédito la san perjudicado más a ellas que a ellos.
Haga cuentas. Lleve sus cuentas
Ante la nueva realidad que vive el país, Canales recomienda a cualquier pequeño emprendedor que haga un esfuerzo por llevar sus cuentas día a día.
“Nicaragua parece vivir en una realidad paralela. Aquí los emprendimientos los inicia la gente que está en la informalidad laboral, pero como una estrategia para sobrevivir, y por eso, ese tipo de empresas son las que sufren más cuando ocurren crisis como la que estamos viviendo”, explicó.
Lo importante de “llevar las cuentas”, es que permite conocer los costos de elaborar un producto, y saber si se está ganando o perdiendo en una operación. Por eso, insta a ser rigurosos en la anotación de los ingresos y los egresos, sin importar si se maneja algún software especializado, o si se hace a mano.
“Eso permite saber cómo marcha tu negocio, lo que es importante para tomar decisiones”, explica. Si no se posee esa información, las decisiones obedecen más a corazonadas, son reacciones emocionales que no están gobernadas por la racionalidad económica, añade.
Canales recomienda evaluar lo que se está haciendo, y no simplemente vivir el día a día.
“Los emprendedores hacen de todo, pero necesitan saber si tiene retorno (si genera ganancia) cada acción que emprenden para mantener funcionado su negocio. Si no hay ganancia, lo mejor es poner una pausa para evaluar lo que se está haciendo”, recomienda.