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Temporada 2, Episodio 5
Los "recaps" de Narcos llegan a Niú. Esto es lo más parecido a platicar con tus amigos sobre tevé en la era del "streaming".
NARCOS
TEMPORADA 2, EPISDIO 5
“LOS ENEMIGOS DE MI ENEMIGO”
DURACIÓN: 56 MINUTOS
En Montecasino, Peña trata de entender cuál es el juego de Judy y Berna, y si le conviene meterse en él. Lo más difícil es aceptar la presencia de los Castaño, conocidos mercenarios. Finalmente, Judy pone los puntos sobre las íes: quieren la inteligencia que los gringos recopilan a través de la tecnología satelital. De remate, le manda señales francamente licenciosas a Peña. Y sabe que tecla tocar: le dice “Yo sé que se siente que Pablo le mate a alguien muy cercano”, mientras le pasa un papel con la dirección donde se oculta Maritza.
El gobierno aún no ha encontrado a un sucesor. Escobar se mueve cómodamente en su charada de familia normal. Los niños en la piscina, le roba un beso a Tata mientras ella cocina.
Peña busca a Maritza, con lujo de violencia. Le pone las esposas. “¿Usted cree que yo quería esto?…¡Todos ustedes son igualitos!”. Peña no sabe qué hacer. Murph y Connie visitan a la viuda de Carrillo, y la convencen de que su esposo no hizo las cosas de las cuales le acusan. Es una mentira piadosa.
Gaviria tienen un nuevo Carrillo: es el coronel Hugo Martínez. Pero el puesto de Jefe del Bloque de Búsqueda viene con una diana de tiro al blanco en la espalda. En una ceremonia de graduación de la Academia de Policía, Gaviria le hace la propuesta. Ante el recelo del militar, juega un as que guarda bajo la manga. El hijo de Martínez, joven idealista que se gradúa ese mismo día, se ha ofrecido como voluntario para el bloque. Si quiere protegerlo, tendrá que aceptar. Gaviria será buena gente, pero nadie llega a presidente sin saber manipular.
Carlos, el hermano de Tata, llega cargado de regalos desde Miami. Su visita alimenta la ilusión de Tata de que esta es una familia normal. Carlos trae buenas noticias. El negocio florece, sin verse afectado por la violencia en Colombia.
Todo se debe a León, un gringo que vimos trabajando como mula en la primera temporada. Pero tienen un problema práctico. Qué hacer con las montañas de billetes producto de la venta de cocaína. León es una especie de mago para exportar los billetes a Colombia, pero la escalada de las autoridades está dificultando el tráfico, atentando con la liquidez de Pablo. Escobar decide mandar a llamar a León, para que venga de visita.
En una cafetería, Maritza se reúne con León. Le reclama porque ahora la policía la está buscando. Le pide que la se la lleve con él, para trabajar. Limón recibe una irritada llamada de Velazco. Se tiene que reportar al término de la distancia. Limón se despide apresurado y arranca al escondite. No nota que Peña espía desde un carro parqueado afuera de la cafetería, y lo siguen cuando se va. Peña cruza miradas con Maritza. Queda claro que su libertad depende de colaborar con la policía. O al menos, con Peña.
Limón los lleva directo a una casa ordinaria, que oculta a los hombres de Escobar. Peña llama al Bloque de Búsqueda, pero no pueden darle tropas. Limón sale cargando bolsas de dinero, y Velazco detrás de él, regañándolo. Al confirmar la presencia del pez gordo, Peña llama a refuerzos que no dependen de la burocracia oficial. Pronto, Berna, los Castaños y algunos sicarios aparecen armados hasta los dientes. El asalto es un éxito, y sella la alianza entre Peña y el Cartel de Cali. Logran tomar prisionero a Velazco. Algo me dice que no lo van a ir a entregar al cuartel.
Hermilda, la mamá de Escobar, recibe un “delivery” de ropa de lujo para sus nietos. Tata le reprocha, quizás recordando cómo el inodoro dorado los puso en la mira de las autoridades. La suegra responde con una nostálgica anécdota sobre cómo de niño, Pablo era humillado por sus zapatos rotos. Para resolver el problema, ella se fue a robar un par de zapatos nuevos. Así empezó la educación criminal del último narco del siglo XX.
El coronel Martínez ha aceptado la oferta de Gaviria, y tiene su primera reunión con la plana mayor de los EE.UU. Su estrategia implica seguir la ley al pie de la letra. Crosby y Messina lo celebran, pero Murph tuerce los ojos. Martínez sabe que así nunca atrapará a Escobar. La estrategia está realmente orientada a no apresar al capo.
Peña se despide de Maritza, diciéndole que están a mano. Ella le pide ayuda para conseguir visa americana para ella y su familia, pero él no puede hacer nada por ella. Trujillo, el agente que sobrevivió al atentado contra Carrillo y ahora lo acompaña, le aclara que no tiene ningún problema con “arreglar las cosas” con ayuda de los enemigos de Escobar.
Don Berna tortura a Velazco, pero solo le puede sacar información sobre estructura de apoyo y logística. Lo más importante, es que les suelta información sobre la llegada de León. Los Rodríguez logran interceptarlo en el aeropuerto y traérselo a su casa.
La “reunión” es tensa: “¿A vos te gusta trabajar para un hampón?”. No sabemos cómo termina la conversación, pero a Escobar le llega noticia de que León, al no ver a Velasco en el aeropuerto, se regresó a Miami. Tata cocina con furia, huyendo de la realidad, mientras Carlos trata de abrirle los ojos sobre los riesgos que confrontan.
El coronel Martínez se reúne con su hijo. El padre le muestra un “regalo” que ha recibido de parte de Escobar: una urna de mármol para sus cenizas, con una tarjeta que conmemora la inminente muerte del militar. Martínez le dice a su hijo que tiene que hacer lo que él le diga, si quiere mantenerse con vida. Murph y Connie cenan en un restaurante elegante. Es su despedida, antes de regresar a Miami. Él le entrega una pulserita para la bebé, pero Connie la rechaza. ¿Querrá que se la entrege en persona?
Martínez se reúne con el Bloque de Búsqueda, orientado su estrategia de trabajar por cuadrantes. Quizás escarmentado por la visita de Connie, Murph está listo para seguir el plan, pero Peña sabe que eso nos servirá para nada, y se va a reunir con Don Berna. Los cowboys se han separado. El narco le dice que no le sacaron nada de información a Velazco. Está siendo selectivo con lo que le dice. Pero Peña está comprometido con la alianza, y le deja ir un sobre con información, mientras aclara sus condiciones para colaborar: “Reglas del juego: solo matamos a gente armada, sicarios”.
Parece que Peña, al igual que Escobar y Tata, es un maestro del auto-engaño. Inmediatamente después, los Castaño ejecutan pistoleros en las calles. Entre ellos, vemos a Prisco escapándose una vez más, de milagro. Mientras tanto, Tata prepara una mesa elegante para su cena familiar. Escobar recibe reportes sobre la escalada violenta. Vía radio, La Quica le dice “Esto parece una zona de guerra”. Saben que Velazco ha caído, dando información. “Empiecen a empacar”, dice Escobar.
Mientras Tata sirve su cena ideal, los sicarios empacan las pertenencias de la familia, para llevárselos a otro remedo de hogar convencional.
Velazco finalmente aparece, ya cadáver, colgado de los columpios en un parque Porta un rótulo que dice “Tus días están contados, Pablo. Nadie a tu alrededor sobrevivirá – Los Pepes”.
OBSERVACIONES VARIAS
– Si Leichter, el hombre de la CIA, ha reclutado a los Castaño para perseguir a Escobar, ¿Qué tanto sabrá de la cooperación de Peña?¿Y si no hubiera querido colaborar? ¿No habría sido más fácil pasarle directamente la información a los Castaño?
– Sobre la muerte de Carrillo, Escobar le dice a su cuñado: “Si ese hijueputa estuviera vivo, muchos más policías estuvieran muertos, así que le hicimos un favor a la policía colombiana.” ¡Cuánto poder de auto-engaño!
– ¡Cuántos regalos simbólicos! La ropa de la abuela, la urna para el militar, la cadenita de Murph para su bebé en Miami…pareciera la peor Navidad del mundo.
– Con Murph distraído en su visita marital, el moreno Trujillo se ha vuelto el compañero de patrulla de Peña. Ahora que a Murph le nació el amor por la ley y el orden, es un compañero más apropiado para ejecutar las tareas sucias implícitas en la alianza con el cartel de Cali.
– La canción de cierre es “El Hijo de Toño”, de Usma y su Conjunto. Disponible en el álbum “De Parranda y Guasca Prohibida – Solo para Adultos”.
