En 1979, un joven Carlos Mejía Godoy le cantaba a una revolución popular y armada que buscaba derrocar la dictadura de Somoza. Después de 50 años de carrera artística y 40 años de la épica revolucionaria, el cantautor por segunda vez en el exilio, ahora le canta a una rebelión cívica liderada por jóvenes estudiantes y madres en busca de justicia.
La música de abril, “le canta precisamente a esos jóvenes audaces y dignos que nos han representado de la manera más hermosa y heroica, a todas esas madres que han sufrido, a todo ese pueblo en general que se sigue manifestando a pesar de la represión, y nosotros espiritualmente les acompañamos desde donde estemos”, comentó Mejía Godoy en entrevista en el programa Esta Semana.
En Costa Rica, donde Carlos se ha exiliado, el público ha rebasado las expectativas que el artista tenía. “No puedo quejarme, a pesar de la lluvia la gente va a los conciertos, hemos estado en muchas partes, en diferentes lugares tanto de la meseta central, también por el lado de San Carlos Río San Juan, estuvimos en Upala. En una época yo miraba Upala desde las luces de Solentiname, y ahora me tocó cantar desde ahí, y al revés, ver las luces de Solentiname”, recordó el cantor.
Durante sus conciertos el público no deja de pedir canciones, desde las tradicionales como María de los guardias y Quincho Barrilete, que son inevitables en cada presentación, y sirven para iniciar con buena tónica, hasta llegar a los temas del disco de “Nicaragua Abril”.
“Las que más éxito han tenido son la de las Madres de Abril y la de Alvarito Conrado, esas tienen especial predilección en el gusto de la gente. Obviamente Vivirás Monimbó y siempre cerramos con Nicaragua, Nicaragüita”, comentó Mejía Godoy.
Nicaragua, Nicaragüita que se ha convertido en un segundo himno nacional para muchos. Es una canción que despierta sentimientos en cualquier parte del mundo donde haya un nicaragüense. Compuesta para un documental sobre la Jornada de Alfabetización en los años ochenta, ahora, fue transformada en un canto a la patria.
“Nunca me imaginé cuando hice esa canción que iba a tener tanta proyección, mucho menos en los lugares más apartados del mundo. Acabo de escuchar una versión desde una iglesia, una muchacha que está llorando en una torre”, contó el artista.
Futuros proyectos
Carlos Mejía Godoy es hábil para las historias, más si estas llevan algunos acordes. Ahora, el cantor está trabajando en un futuro libro que cuenta las historias detrás de cada canción, o al menos de las más populares, que ha compuesto a lo largo de su carrera.
A inicios de los noventa, Mejía compartía en el Semanario, publicación dirigida por el escritor Sergio Ramírez, una columna que narraba el origen de algunas de sus canciones más conocidas. Nunca tuvo las intenciones de agruparlas para un libro, fue hasta hace poco que conversaba con un amigo que le dio la idea de volver a sentarse y escribir esas anécdotas.
“Con el entusiasmo como cuando tengo una canción entre pecho y espalda, me puse en la computadora y ya llevo cinco historias hechas, a pesar que tengo un archivo con ese mismo material, quiero olvidarme de lo que escribí y que afloren otros recuerdos alrededor de estos temas, y bueno, espero que sea un libro”, explicó el artista.
Ahora está entre San José, Costa Rica, y California para cumplir con algunos compromisos musicales.
Durante su estancia en Costa Rica Mejía se ha encontrado con una variedad de artistas, principalmente jóvenes, con una calidad extraordinaria. “Me causa una emoción muy especial encontrarme aquí en Costa Rica con cantores que ya conocía y con una muchachada de músicos excelentes, estoy hablando de muchachos que han tenido una formación académica, otros son intuitivos como yo, pero todos están muy agrupados y están muy conectados”, comentó.
“Hay unas canciones realmente que me impactan, tanto la música, la letra, muy bien hechas. Han salido grupos que desconocía con una calidad extraordinaria. Yo me siento muy contento de unir esta voz setentona a esas nuevas propuestas, con todo el entusiasmo de seguir aportando a nuestra causa”, apuntó Mejía Godoy.
El cantautor no pierde la esperanza que el retorno a Nicaragua sea pronto, con su característico lenguaje y juego de palabras finaliza: La esperanza es como la quiebraplata. Parecer desaparecer, y de repente la vemos aquí, de repente está allá, pero siempre está intermitente con esa luz de fe, de coraje y de dignidad.