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Estudiantes protestan a pesar del «adoctrinamiento del régimen»
Foto tomada del Twitter: @LaKetyMPorta

Aunque en las escuelas han querido imponer la normalidad y los colores partidarios, los estudiantes no aceptan la propaganda de la dictadura Ortega-Murillo

     

Un estudiante de Somoto fue obligado a quitarse la bandera de Nicaragua que portaba sobre sus hombros en señal de protesta contra el régimen Ortega-Murillo, mientras a una estudiante de San Rafael del Norte le arrebataron la bandera de su colegio y la sacaron del desfile patrio porque su madre reclamó que el traje que le impusieron llevaba los colores rojinegros. Hechos similares fueron denunciados en distintas partes de Nicaragua, este 14 de septiembre  mientras se celebraban los desfiles patrios, en honor a la batalla de San Jacinto en 1856 y la independencia de Centroamérica en 1821.

En Diriamba y Madriz algunos estudiantes fueron obligados a portar la bandera del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN); y en El Cuá toda una banda de guerra vistió de rojinegro.  Pero en Bluefields fue soltada con globos una bandera con el escudo invertido en señal de protesta, en Managua un estudiante portó de la misma forma una bandera en su tambor y en Nueva Guinea una mujer protestó con estudiantes y gritó: ¡Viva Nicaragua libre!

Durante las fiestas patrias en Nicaragua, la bandera del FSLN y el culto a la personalidad de los dictadores, Daniel Ortega y Rosario Murillo, se ha querido imponer en los desfiles de estudiantes de primaria y secundaria de diferentes partes del país. Pero nada de lo que han intentado hacer les ha funcionado y la población se sigue rebelando, explican expertos en educación.

Dictadura no logra imponerse

Para la educadora Josefina Vijil, el adoctrinamiento político que intentan implantar en las escuelas no ha sido efectivo. «Ha habido un rechazo a ese intento de imponer el culto a los mandatarios, que quieren parecer dioses, pero todo ha sido ineficaz», afirma.

Vijil explica que el régimen ha visto al sistema educativo como «una correa de transmisión para imponer su verdad», pero no les ha funcionado «porque aunque ellos creen que pueden convencer a tontos, los estudiantes son inteligentes y saben que lo que les están diciendo es mentira».

Se trata de forma evidente de una maniobra «ilegal» y contraria al verdadero sentido de la educación, porque se debería fomentar el pensamiento propio y la autonomía.

«La educación es libertad, para poder desarrollar nuestros talentos para la vida, y no para crear clientes para proyectos electorales», insiste la educadora del Centro de Investigación y Acción Educativa y Social (Ciases).

La gente sigue protestando

Los videos publicados por la población demuestran el hartazgo porque para la dictadura «lo único importante es ensalzar la figura de la pareja presidencial», asegura el catedrático, Carlos Tünnermann Bernheim.

El también miembro de la Alianza Cívica, expresa que si bien la manipulación del régimen Ortega- Murillo se viene dando desde que volvieron al poder, en la actualidad están «desesperados» queriendo convencer a la juventud «que ya despertó y no está dispuesta a ser sometida por nadie».

«Desde los textos escolares, hasta en los discursos quieren aparecer como una pareja dadivosa que da regalos con vaquitas, zinc, préstamos, cuando nada de eso lo pagan ellos, eso sale de nuestros impuestos», expresa.

Tünnermann Bernheim explica que a la dictadura no le ha funcionado el intento de apropiarse de la bandera de Nicaragua «porque nos representa a todos, sin exclusiones». «Cuando ellos llamaron a usar la bandera, pocos se sumaron, pero la ciudadanía de forma autoconvocada ha sacado sus banderas en señal de protesta», insiste.

A juicio de Vijil, el interés del régimen no ha sido manejar la educación, si no todo lo contrario, porque para ellos «la ignorancia es funcional».

«Ellos no quieren ciudadanos, si no clientes que le sigan a ellos. Lo que promueven es un modelo de dominación», sentencia.