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La batalla contra las fake news desde la rebelión de abril

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En el foro participó Edison Lanzas, relator especial para libertad de expresión de la CIDH | Niú

Las calles no fueron el único escenario que el Gobierno de Daniel Ortega quiso controlar. Hay uno más, donde hasta el momento no ha logrado penetrar incluso bajo un despliegue de noticias falsas, “bots y trolls” en primera línea: las redes sociales son ese último reducto que utilizan los “autoconvocados” para denunciar y hacerse sentir. También los medios de comunicación, que al verse censurados en los espacios tradicionales, se han visto obligados a utilizar las plataformas digitales para informar.

Para Edison Lanza, relator especial para la libertad de expresión de la CIDH, las noticias falsas se han convertido en un “problema grave” en las redes sociales. “Nadie puede establecer quién tiene la verdad, y menos el Estado”, comentó en una conferencia a través de Skype realizada el primero de marzo —Día Nacional del Periodista— en el foro “La desinformación en la era digital y su impacto en la libertad de expresión”, organizada la Fundación Violeta Barrios de Chamorro y PEN Nicaragua.

Hay una propagación deliberada de la información por parte de fuerzas políticas. Es un fenómeno mucho más complejo y deliberado y no tiene que ver con fenómenos como imprecisiones en una nota”, apuntó el relator. “Quienes diseminan noticias falsas no son los medios de comunicación, sino perfiles anónimos o medios inventados”, agregó.

En el foro también participaron los periodistas Juan Ramón Huerta, Patricia Orozco, Lourdes Arróliga y el escritor Juan Carlos Vílchez | Niú

En los últimos meses diversos usuarios en las redes sociales han denunciado la proliferación de cuentas “bots”, manejadas desde un laboratorio y utilizadas para difundir propaganda del régimen y noticias falsas. También estos perfiles falsos son utilizados para lanzar amenazas a periodistas y manifestantes en las redes sociales.

Pero, más allá de las redes, las fake news también se han convertido en el discurso oficial de la pareja presidencial de Nicaragua. El presidente Daniel Ortega niega la represión que ha sido más que comprobada por fotografías, videos y fuentes vivas; también ha dicho que los paramilitares eran de la «derecha», luego que no existían y posteriormente que eran “policías voluntarios”.

“Escuchar a las autoridades de Nicaragua que la represión es una fake news es un ejemplo claro del uso de las noticias falsas para desacreditar al periodismo”, afirmó Lanza. “Pueden ser la excusa para que los Gobiernos quieran controlar la información legítima, pero la libertad de expresión es un derecho”.

En la actividad también se conmemoró a los periodistas asesinados por ejercer su labor. | Niú

La periodista Patricia Orozco, participante del foro, asegura que “estas medias verdades se vuelven peligrosas cuando son mencionadas por quienes dirigen el país”, es decir, Daniel Ortega y Rosario Murillo. “Estamos enfrentados al poder político. No es el problema del control lo que nos debe reunir, debemos priorizar las prácticas periodistas y trabajar en un periodismo más ético”, reafirmó la comunicadora.

Para los panelistas, la desinformación no es un fenómeno nuevo en Nicaragua, sino que ha sido “permanente”. No obstante, afirman que desde la rebelión de abril se ha agudizado. Incluso “se ha puesto en primera plana y ha afectado al periodismo”, dijo Orozco.