Cultura

La lucha cívica retratada en documental “Nicaragua, patria libre para vivir”
Más de 40 personajes nicaragüenses cuentan en la película "Nicaragua, patria libre para vivir" cómo llegamos a la crisis que surgió en 2018 y cómo la vivieron. Cortesía | Niú

El próximo lunes se estrenará la película “Nicaragua, patria libre para vivir”. Su productor y director nos contó porqué decidió filmarla y cómo logró grabarla durante la crisis que inició en 2018.

Daniel Rodríguez Moya viajó desde España hasta Nicaragua para contar la rebelión de abril en una película. Pues cuando vio las primeras imágenes de la represión supo que esos eran acontecimientos que quería ver en primera persona y, más aún, que quería contarlos desde su perspectiva y no leerlos, como hizo en el pasado.

“Yo llevo muchos años conociendo y estudiando la historia de Nicaragua. Dediqué diez años de mi vida a preparar una tesis doctoral sobre los aspectos socioculturales de la revolución sandinista, en concreto la Cruzada Nacional de Alfabetización y los talleres de poesía que impartió Ernesto Cardenal. Y siempre he estado muy pendiente de la actualidad y del porvenir de Nicaragua”, explica Rodríguez, quien es un poeta y periodista español, casado con una nicaragüense.

Por eso, vendió parte de sus acciones de una editorial que tenía y en agosto de 2018, después de meses de preproducción, viajó a Nicaragua junto al camarógrafo, Isidro Prieto. Su llegada al país no fue convencional, aunque tampoco clandestina, pero confiesa que tuvo que ingeniárselas para traer el equipo de producción necesario para grabar la película que finalmente tituló “Nicaragua, patria libre para vivir”.

“Hice una labor de preproducción importante, con numerosos contactos en Nicaragua, pero esa fue una labor que sirvió de poco, porque los acontecimientos que van produciéndose lo complicaron todo. Estábamos en un momento en que las fuerzas paramilitares estaban en la operación casa por casa, iban buscando a los principales líderes”, señala.

Filmar en esas circunstancias le fue duro. Cada día era una aventura en el cual no sabían qué entrevista concretarían, ni en dónde. Y para Rodríguez esto también significó un reto, porque, aunque su oficio es el periodismo, era la primera vez que debía reportear en un contexto casi bélico.

“Yo trabajo en un televisión local, no soy un periodista de zona de conflicto. Por eso desde el primer momento supe que el límite que tenía que ponerme era no arriesgar más de los que suponía estar en Nicaragua”, dice.

Varios de los entrevistados fueron arrestados días después de brindar declaraciones para la producción de esta película. Cortesía | Niú

La mayoría de entrevistas las tuvo que hacer en casas de seguridad. Hubo casos como el de Yaritza Rostrán, en que días después de conversar en cámara con él fue arrestada. Lo mismo ocurrió con, los hoy excarcelados, Carlos Valle, Alex Hernández, entre otros. Incluso, él y su equipo, tuvieron que salir del país cinco días antes de lo previsto porque aliados del régimen descubrieron dónde estaban y qué estaban haciendo.

“Tuvimos conocimiento de que nos habían interceptado, que había llegado a conocimiento de la seguridad del Estado que estábamos allí (en Nicaragua), que sabían que estábamos haciendo y por eso tuvimos que irnos”, cuenta a días de estrenarse su película.

Ante el temor de ser deportados, como ya había pasado con otros periodistas extranjeros, Rodríguez y su equipo decidieron irse vía terrestre hacia Costa Rica. Allá se encontraron con cientos de nicaragüenses que se habían exiliado por la represión y la violencia de Nicaragua. Fue entonces que decidieron incluir en las filmaciones las historias de exiliados.

«Nicaragua, patria libre para vivir» es una película coral

En la filmación de “Nicaragua, patria libre para vivir”, Rodríguez entrevistó a más de 40 personas que tuvieron un papel protagonista en la rebelión de abril de 2018, pero que también ayudan a entender por qué Nicaragua volvió a vivir una insurrección. Hablan personajes como Sergio Ramírez, Silvio Báez, Lesther Alemán, Miguel Mora, Francisca Ramírez, entre otros.

“Ellos cuentan la historia de tal manera que podamos entender por qué se llega a esta situación, cuáles son los catalizadores”, afirma.

La película inicia con el famoso discurso que dio Daniel Ortega en los años noventa, cuando aseguró que seguiría gobernando desde abajo. Seguido se cruza la escena del primer Diálogo Nacional en el que Madelaine Caracas lee en voz alta la lista de personas asesinadas hasta entonces y Lesther Alemán le grita que esa es una mesa para negociar su salida.

“Se contraponen esos dos momentos porque van a ser definitorios para entender qué está pasando. Se hace un análisis después del noventa y a mí me interesaba mucho hacerlo de manera introductoria porque, sobre todo en Europa, hay un desconocimiento importante en la historia de la revolución sandinista y eso lleva a hacer pensar que Daniel Ortega es ese ser revolucionario, esa persona de izquierda, ese idealista. Aquí no se conoce el proceso de la piñata, de los pactos y me interesa que esa sea la base en la que se construye la película para entender por qué se llega a la situación actual”, explica.

El día del estreno habrá un panel en el participarán Gilles Bataillon de la Escuela de Estudios Avanzados en Ciencias Sociales, Geneviève Garrigos de Amnistía Internacional, Delphine Lacombie de la Universidad de Paros VII y Bianca Jagger de Bianca Jagger Human Rights Foundation.

Esta película aspira a ser clarificadora para quienes no conocen de cerca cuál es la situación que vive Nicaragua y a su vez trata de fijar una memoria de lo que está sucediendo. En ella se narran las luchas de los movimientos feministas, la participación de la comunidad LGTBI, las protestas del movimiento campesino, los conflictos por los cuales Ortega llega al poder y el grueso es la represión.

Y aunque la producción de esta película se trata de un proyecto personal, el productor destaca que ha tenido apoyo de amigos y de aliados. Sobre todo en la banda sonora que los artistas nicaragüenses Luis Enrique Mejía, Erick Nicoya, Ceshia Ubau, Katia Cardenal y otros le permitieron usar sus canciones. Asimismo, el fotógrafo Jorge Mejía Peralta, quien le cedió la foto que usa en el cartel de “Nicaragua, patria libre para vivir”.

El estreno será el tres de febrero en París, en la Casa de América Latina. Habrá una segunda proyección al siguiente día en la Escuela de Altos Estudios en ciencias sociales, que es una de las escuelas de humanidades más prestigiosas del mundo.

— ¿Cuál espera que sea el impacto de la película?

— Yo espero que la película pueda volver a poner en el foco que en Nicaragua no está nada normal, que no se ha arreglado nada en absoluto y que se sigue empeorando día a día la situación. Y es que en Europa tenemos un velo que se llama Venezuela, solo interesa lo que pasa en Venezuela y yo espero que la película pueda resucitar en los medios de comunicación esa crisis que todavía existe y qué está más agudizada y está en un momento importante.

— ¿Por qué estrenar la película en París?

— Es muy simbólico que sea en París, Francia porque estamos hablando de la cuna de los derechos humanos. Realmente es un país que ha sido un espejo en que mirarse en cuanto a democracia, no por su Gobierno sino por su sociedad civil. Así que cuando me llegó una propuesta de estrenar allí de parte de SOS Nicaragua Francia no lo dudé.

— ¿Se presentará en otros países?

— Volveremos a Francia el 27 de febrero. Después tengo prevista una gira por Estados Unidos que arranca a finales de marzo. Y el 18 de abril, que es una fecha más que simbólica, será el estreno en Madrid, España. También hay previstas más proyecciones en Alemania, Holanda, Italia, Escocia y otros países europeos.

— ¿Tiene planes de proyectarla en Nicaragua?

— No hay nada que me gustaría más que llevar la película a Nicaragua, pero no hay condiciones ni de seguridad ni de ningún tipo para poder llevarla, porque mi deseo es llevarla y estar presente para poder abrazar a los amigos y poder celebrar que la pesadilla terminó. Ojalá muy pronto pueda llevarla y que si sea un día de celebración.