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No hay revolución sin mujeres, ni Skateboarding sin ‘skatas’

La revolución de las skatas
XochiltMartínez/Niú

"Las Skatas" pretenden reivindicar el skateboarding, un deporte históricamente dominado por hombres

     

Un grupo de mujeres jóvenes charlan sentadas en las gradas de la cancha 23 de julio en León. Son las tres de la tarde y el sol arde incandescente en esta tarde de domingo.  Russell, Brenda, Alba, Katty y Luisa discuten sobre ‘flips’, ‘ollies’ y ‘flats’ mientras acarician las ásperas superficies de sus tablas de skate. Todas forman parte del grupo “Las Skatas» que pretende reivindicar el skateboarding femenino, un deporte históricamente dominado por hombres.

Han pasado ya más de media hora sentadas en esas gradas, esperando que los rayos del sol bajen un poco. Ahora se levantan y es momento de la acción. Colocan en el centro de la cancha, originalmente pensada para basketball, tubos y cajas de metal, que servirán para sus acrobacias. Toman las patinetas en sus brazos y después al suelo, listas para rodar y saltar.

“Cuando patinas tu mente fluye, te imaginas cualquier truco aunque no podás realizarlo de todos modos vos te lo imaginás”, dice Katty de 18 años, la más joven del grupo.

El término ‘skata’ proviene de una feminización y españolización de la palabra skate, que significa patineta. Las skatas son abogadas, economistas, mercadólogas y estudiantes jóvenes que practican el deporte de manera rutinaria. Para ellas, dicen, es como cualquier otra disciplina, solo se necesita esfuerzo y dedicación.

“Es un deporte que me ha enseñado la perseverancia, hay golpes, caídas, los trucos no son fáciles de hacer pero implica practicar, practicar, hasta que lográs el truco que querés”, expresa Brenda Juárez.

El skate o skateboarding se trata de realizar trucos con la tabla sobre el suelo y en el aire. Hay varios tipos y formas, que a nivel de competencia se reparten en: Street o skate callejero con saltos en barandas, escaleras, muros, cajones y planos inclinados; Bowl, con saltos y giros en alturas en una hondonada de cemento y Vert, que se hace en una rampa.

Este deporte extremo surgió en el estado de California, en Estados Unidos, durante los años 1960 y 1970. Con el “surfing” en auge, en Venice Beach, un pequeño pueblo costero, se creó la “skateboard, en sustitución de la tabla de surf en tierra. Ya a finales de los 70 y en los 80, el skateboarding se había expandido por toda América. La película Lords of Dogtown, retrata el nacimiento del deporte con Heath Ledger encarnando a uno de los pioneros.

Según las estadísticas, unas 6.44 millones de personas practican ‘skate’ en Estados Unidos. La mayoría, son hombres jóvenes y adolescentes entre 10 y 25 años. No obstante, las mujeres ‘skaters’ han repuntado en los últimos años y tienen una representación del 23.9 por ciento.

Uno de los principales objetivos de las ‘skatas’ es visibilizar a las mujeres skaters en Nicaragua. Aunque, existen desde hace varios años grupos como Skatenica, que promueven el deporte, la participación femenina sigue siendo tímida. “Somos una comunidad de chavalas que nos estamos dando cuenta que tal vez a nosotros no nos están tomando tan en serio y nos estamos esforzando para practicar el deporte. Queremos estar justas, patinar con chicas, hacer algo diferente a lo que se hace en un deporte donde la mayoría son hombres”, afirma Russell Lara de 19 años.

Desde hace 3 meses, una página en Facebook es su principal medio de promoción y proyección. Brenda es la administradora, su finalidad es mostrar los videos y fotos de mujeres skaters alrededor del país, así como hacer contacto con otras chavalas de la región centroamericana.

“La página de “Las skatas” nació como un experimento porque en realidad las chicas que patinamos somos muchas a nivel nacional, pero estamos regadas, somos pequeñas partículas en distintas ciudades del país. Entonces era como para unirnos y recopilar el material que cada una subía a su cuenta personal”, explica Brenda.

La libertad del skate y el prejuicio social

Luisa Velásquez tiene 29 años (casi 30 bromea), desde hace seis años practica skateboarding. Originaria de Estelí, llegó a León a estudiar y se encontró con el deporte de pura “chiripa”. “Me parecía interesante porque en Estelí nadie patinaba y yo decía, oye, oye que ‘tuani’, los chavalos hacían trucos así como en la tele. Me venía sola a verlos, hasta que un día uno se acercó y comenzamos a hablar de música, de cosas y listo, el ´broder´ me prestó su tabla y así comencé”, relata.

Según Luisa, lo que más le gusta de patinar es la libertad de hacerlo, cuándo y cómo uno quiere. No hay una fórmula ni una estrategia para tener éxito y para ser la mejor, la única forma, coinciden todas las ‘skatas’, es la práctica.

XochiltMartínez/Niú
Luisa Velásquez haciendo un truco en su skateboard. XochiltMartínez/Niú

Aún con su amor y dedicación por lo que hacen, las jóvenes han sido víctimas de los prejuicios sociales. Brenda inició a patinar a los 16 años, ahora de 24, tuvo que aguantar comentarios y miradas hostiles. “Estaba en la secundaria y tenía una amiga, el novio de ella patinaba y lo mirábamos patinar entonces nos gustó el skate. En ese momento no había chavalas que patinaran había cierto estigma, nos decían anda lava trastes, te vas caer, te vas a matar, anda estudia, pero a nosotras no nos importaba porque es lo que nos apasionaba”, cuenta.

Por su parte Alba, una economista de 24 años reconoce que mucha gente piensa que el ‘skate’ no es lugar para mujeres, a lo que ellas responden que se trata de un deporte como cualquier otro, que no depende del género de la persona. “Es cultural por lo general lo hombres son más aventados a realizar juegos extremos y las mujeres no mucho por la manera de crianza que nos dicen que tenemos que ser más domésticas. Para mí es un mecanismo para quitarme el stress del día a día y pues como todo deporte también me mantiene en forma”, señala Alba, quien actualmente es una de las figuras más reconocidas del ‘skate’ en Nicaragua.

Sin embargo, para Luisa la receta principal para mantenerse tantos años en el deporte ha sido hacer oídos sordos a los comentarios y mantener sus pies bien firmes en la tabla de ‘skate’. “En mi caso no se me hizo un impedimento, ni que me dijeran que no iba a conseguir trabajo por patinar, nunca le paré bolas, lo único que necesitas es tomar la decisión y hacerlo”, dice.

En Nicaragua algunos parques cuentan con espacio para patinar, con rampas y hondonadas creadas especialmente. Sin embargo, los lugares siguen siendo muy pocos para dar abasto a la cantidad de ‘skaters’ del país. En la cancha del 23 de Julio, un punto céntrico de León, las ‘skatas’ tienen que compartir el sitio con jugadores de basketball, fútbol y bailarines de breakdance. Toda una hazaña que dificulta la práctica.

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La mayoría de «las skatas» practican el deporte como un hobbie pero también han competido en eventos nacionales y centroamericanos XochiltMartínez/Niú

“Es difícil, este lugar se llena y tenemos que estar pendiente de no chocar para no golpear ni golpearnos”, cuenta Brenda.

En el mundo, el ‘skate’ es un deporte extremo que genera réditos anuales de cinco billones de dólares. Para los usuarios podría resultar caro: una tabla con llantas y armazón puede costar entre 120 y 150 dólares. Estrellas de la talla de Chris Cole, Ryan Sheckler, Daewon Song, reciben millonarios contratos para promocionar a marcas como Chocolate, Girl y Element. En lo alto de ese deporte también se encuentra el nicaragüense Chico Brenes.

Durante los últimos años también han surgido estrellas femeninas que compiten profesionalmente en todo el mundo: Alana Smith, Leticia Bufoni, Karen Jonz, Pamela Rosa, Jessica Florencia, Samarria Brevard, entre otras, representan lo mejor del skateboarding femenino.

Así sea por hobby, por mantenerse en forma o por competir de manera profesional, muchas mujeres empiezan a abrirse paso, montadas en una patineta. Al igual que la máxima feminista: No hay revolución sin mujeres y no hay skateboarding sin ‘skatas’.

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