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Pedro X Molina: «El mejor humor es el que pone en su lugar a los poderosos»

PxMolina, caricaturista nicaragüense. Foto: Cortesía

El caricaturista nicaragüense Pedro Molina ha sido reconocido con el premio María Moors Cabot, que otorga la Universidad de Columbia, uno de los galardones más prestigiosos del periodismo mundial. Dice sentirse nervioso, honrado, agradecido, pero sobre todo motivado a seguir haciendo reír y reflexionar con sus dibujos.

Su plan por ahora es «seguir dibujando y tratar de hacerlo de la mejor manera posible». Para este hombre, nacido en Estelí, su oficio es «un reto diario» porque cada día puede estar por venir su mejor caricatura… o la peor. «La gente es muy exigente, un día te adora y te ama porque creen que hiciste tu mejor trabajo, pero al día siguiente les molesta alguno de tus dibujos y juzgan toda tu carrera por eso. Es la realidad, injusta, pero así es», asegura.

La Universidad de Columbia describió al caricaturista de Confidencial, como un ávido observador de “talento artístico extraordinario” que con su humor ingenioso «es un auténtico ejemplo de decirle la verdad al poder».

«Figuras públicas en Nicaragua y en el extranjero han sentido el aguijonazo de sus caricaturas, que se publican en medios de comunicación alrededor del mundo”, describe el acta del jurado.

«Me gusta aterrizar a los que tienen poder»

El caricaturista, conocido como PxMolina, comentó en entrevista durante el programa Esta Noche que el papel del humor es ser «antipoder».

«El humor que más sentido tiene es el que pone en su lugar a los poderosos, y no solo hablo de los políticos, porque muchas veces el verdadero poder no está solo en ellos (…) a mí no me interesa el humor que se burla del pobre o del desgraciado, me interesa el humor que puede aterrizar a la tierra a los poderosos», expresó.

Además, manifestó que «estamos viviendo unos momentos ridículos de la humanidad» porque hay gente «que en nombre de lo políticamente correcto se siente con el sagrado derecho de sentirse ofendido absolutamente por todo», desconociendo los contextos, el humor y que las caricaturas son creadas, muchas veces, para burlarse de determinadas situaciones.

La tragicomedia llamada Nicaragua

Molina denunció ser víctima de amenazas directas de fanáticos del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, algo que dijo también sufren decenas de periodistas independientes de Nicaragua. Sin embargo, insistió que no lo callarán.

El caricaturista indicó que muchas veces la misma realidad del país es tan inverosímil que resulta chistosa y compite con sus propios «monitos», como llama a sus dibujos.

La caricatura de Pedro Molina ha denunciado la masacre del régimen dictatorial de Daniel Ortega y Rosario Murillo.

«Basta con que mirés los monólogos de Rosario Murillo (…) la gente se enoja con lo que dice, pero también se burlan de ver cómo nos insultan llamándose cristianos, diciendo que profesan amor, a pesar que siguen matando gente. A pesar de lo horrible que es la situación, la gente le saca el lado de humor», manifestó.

Dijo sentirse contento al ver que la rebelión cívica iniciada el 18 de abril del 2018 ha despertado las ganas de expresarse de muchos, el surgimiento de nuevos dibujantes y el valor del humor con muchos memes que inundan las redes sociales.

Sus inspiraciones

Molina se convirtió en el tercer nicaragüense galardonado con el premio internacional más antiguo de periodismo. El premio Cabot lo han recibido mas de 300 destacados periodistas de Estados Unidos, América Latina y Europa.

Jon Lee Anderson, Alma Guillermoprieto, Carmen Aristegui, Jorge Ramos, María Teresa Ronderos, José Rubén Zamora, Carlos Dada, Martin Caparros, Giannina Segnini, Miguel Angel Bastenier, entre otros han recibido este galardón.

Los premios Moors Cabot se fundaron en 1938 y se otorgan a periodistas que promueven un mejor entendimiento de las Américas. En Nicaragua lo han ganado antes los periodistas Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, director mártir del diario La Prensa,  asesinado en 1978, y Carlos Fernando Chamorro Barrios, director de Confidencial. Padre e hijo recibieron el premio en 1977 y 2010, respectivamente.

Molina es el séptimo caricaturista en obtener el premio. El jurado señaló que Molina “usa su pluma e ingenio para apuntar no solo al Gobierno represivo del presidente Daniel Ortega, sino a los abusos de los derechos humanos en América y el mundo”.

Según el caricaturista, es ser reconocido con un premio que «han ganado gigantes a los que uno admira y respeta”. Entre los seis caricaturistas que han ganado antes este galardón están el uruguayo, nacionalizado en Argentina, Hermenegildo Sábat (1988), y Juan Carlos Colombres, también argentino y más conocido por su seudónimo Landrú (1971).

Una de las caricaturas preferidas de Pedro Molina surgidas durante la rebelión cívica que vive Nicaragua.

Aprovechó para agradecer y reconocer al jurado de la Universidad de Columbia por darle la importancia debida a la profesión de caricaturista, en peligro por editores «fanáticos de lo políticamente correcto y temerosos a las hordas de linchamiento digital”.

Recordó que empezó a dibujar a finales de 1997 e inicios de 1998 y que sus inspiradores a nivel nacional fueron los caricaturistas Róger Sánchez, Alberto Mora «Amo» y Manuel Guillén.