En pantalla
Los Recaps están ahí, en línea, esperándote para que te pongás al día, sepás más o refresqués la memoria antes de pasar al próximo capítulo.
Es una buena época para los amantes de la televisión. Antes, los programadores escogían qué podías ver, y a qué hora. Trauma de adolescencia: ningún canal nica se dignó en pasar “Twin Peaks” (1990-91), la legendaria serie de TV creada por David Lynch. Tuve que comprarla en DVD, casi 10 años después de su estreno.
Mi generación creció en un escenario de pesadilla, si lo comparamos con la bonanza del acceso a través del internet. En los 80 solo habían dos canales de televisión. Esa limitación básicamente obligaba a todo el mundo a ver el mismo programa, a la misma hora.
La entrada de la TV por cable amplió considerablemente el número de canales, pero si querías ver un programa en un horario distinto al establecido, tenías que comprar casetes en blanco de VHS y navegar el bizantino menú que le ordenaba encenderse y grabar a la hora indicada. Las multitudes que dejaban el reloj del aparato parpadeando eternamente en “12:00” pueden dar testimonio de esa no era tarea fácil.
Cuando una mayoría de espectadores ve el mismo programa al mismo tiempo, el consumo de televisión se convierte en una particular experiencia comunal. Los norteamericanos hablan de los “watercooler moments”, escenas impactantes que se convertían en conversación obligatoria al día siguiente en la oficina, cuando la gente coincidía alrededor de la fuente de agua.
En Nicaragua, no tenemos ese referente particular, pero si disfrutábamos de esos momentos. Usualmente, eran los capítulos finales de las telenovelas brasileñas, o el desenlace de algún concurso musical o evento deportivo.
Estamos en un momento extraño, en el que coinciden la televisión tradicional y el streaming. Netlfix “libera” en un segundo una temporada completa, HBO dispensa “Juego de Tronos” en capítulos semanales. Su final de temporada es uno de esos pocos momentos de comunión ante la pantalla, pero buena parte del contenido se consume a destiempo. Cada quien ve lo que quiere, cuando quiere. Esto anula la posibilidad de establecer fácilmente una conversación comunal. Es imposible coincidir con la gente que te rodea, incluso cuando viven en la misma casa.
Por eso, la conversación se ha trasladado al internet, tomando la forma de recapitulaciones. Puede ser una simple relación de hechos, o una digresión interminable. Suelen publicarse con cierta periodicidad, poco tiempo después del estreno. Están ahí, en línea, esperándote hasta cuando te pongás al día y querrás saber más sobre lo que acabás de ver. O refrescar la memoria antes de pasar al próximo capítulo. En los comentarios, intercambiás opiniones con otras personas que están justamente en el mismo punto que vos.
Publicaciones tan prestigiosas como el New York Times tienen secciones dedicadas a este tipo de contenido. En la serie “Difficult People”, de Hulu, Julie Klaussner interpreta a una comediante frustrada que escribe “recaps” de “reality shows”. Este oficio particular es presentado como el fondo del barril en la industria del entretenimiento. Son tan populares que ya se puede bromear sobre ellos.
Cuando son bien hechos, los “recaps” enriquecen la experiencia de seguir una serie. Véase los enciclopédicos análisis de “Mad Men” en Slate y A.V. Club, que permiten entender mejor el contexto histórico y cultural de la monumental serie de Matthew Weiner. Los buenos “recaps” extienden el placer de ver la serie, descubren niveles de significado y enriquecen la experiencia del espectador. Ahora la TV es tan compleja, que vale la pena escribir sobre ella.
Cuando el estreno de la segunda temporada de “Narcos” coincidió con el lanzamiento de la revista en línea “Niu”, me propuse escribir “recaps” de la serie. Es una experiencia radicalmente diferente a escribir mis críticas semanales. No suelo dar muchos detalles de la trama, más allá de la premisa de la película, para preservar el efecto sorpresa a la hora de que el espectador vea la película. El “recap” es pura revelación, puro “spoiler”.
Mi intención de postear un “recap” por día se fue rápidamente por la borda. Como actividad extra curricular, es bastante demandante. Tengo que ver cada capítulo dos veces. La primera, para experimentarlo como cualquier espectador. La segunda, para estructurar el artículo y afinar detalles. Poco a poco, ahí van saliendo. Los invito a leerlos aquí:
